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JESÚS MENA VÁZQUEZ

Hace unos días se anunció a nivel nacional que el PAN, el PRI y el PRD competirán en coalición en cuatro entidades, entre ellas Durango. La declinación de Jorge Salum a competir por el PAN para definir al candidato de esta coalición y la incorporación del ahora ex Secretario General de Gobierno Héctor Flores Avalos como la propuesta del PAN en la carrera por la candidatura de la coalición opositora a la gubernatura del estado, quien competirá con Esteban Villegas que es la carta del PRI para la candidatura, da indicios de que en pocos días será definido el candidato de estos tres partidos.

Aun considerando las profundas diferencias que existen entre los diferentes grupos de Morena al interior del estado, el partido del Presidente de la República mantiene como elementos a su favor los niveles de aprobación que tiene el jefe del ejecutivo federal, además del impacto que pudieran tener los programas sociales federales en el ánimo de los electores, ya que llegan a amplios sectores de la población.

La definición de la candidatura entre los dos finalistas por parte de la alianza entre el PRI, el PAN y el PRD se da en un ambiente de crispación política a nivel local que es un reflejo de lo que sucede a nivel nacional. Hace apenas 6 años los grupos políticos que ahora están buscando una alianza fueron los protagonistas de la lucha por la gubernatura, con el resultado que ya todos conocemos.

Lo que hace seis años parecía imposible de imaginar es, tal vez, la única posibilidad que tienen estos partidos políticos para continuar en el gobierno del estado y, en el caso del PRD mantenerse con vida en el ámbito político estatal. La posibilidad de perder la gubernatura del estado si no existe un acuerdo político entre el PAN y el PRI para ir en coalición es real, eso lo saben sus dirigentes y por eso buscan minimizar las rupturas que habrá en cada uno de estos partidos en la definición de la candidatura a gobernador.

Además de esta candidatura, sin duda la más importante, tendrán que negociar las candidaturas a los principales municipios del interior del estado, lo que sin duda será complicado dada la historia que tienen los liderazgos de cada partido en los principales municipios del estado.

Los grupos políticos que conforman cada uno de estos partidos en el estado tienen ante sí una complicada decisión, y de lo que decidan dependerá que tengan la posibilidad de repensar su futuro político en el estado, en el caso del partido que no obtenga la candidatura para gobernador, encabezando algunos municipios importantes y con la responsabilidad de una o varias carteras de la administración estatal.

El otro escenario que enfrentan, si compiten en solitario, es que, al pulverizar el voto en contra del Presidente de la República, ambos partidos sean oposición en el estado durante los próximos seis años, sin posibilidades reales de operar políticamente de cara a las siguientes elecciones.

La hora de las definiciones se acerca y pronto veremos si existe la intención por parte de los liderazgos del PRI o del PAN de sacrificar a su candidato para la gobernatura en aras de una alianza que les daría una posibilidad, aunque sólo sea eso y no signifique que la victoria está asegurada, de seguir como gobierno y repensar su futuro político, o ir en solitario y enfrentar un escenario, de perder las elecciones, como una oposición con escasas posibilidades de recomponerse.

A todos los lectores de El Siglo de Durango les deseo que pasen una muy feliz navidad en compañía de sus seres queridos y tomando todas las precauciones que todavía tenemos que seguir ante la pandemia por el Covid-19.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública estado, estado,, partidos, coalición

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