Ya se entristecieron los corazones de los productores de frijol, pues no tendrán la cosecha esperada debido a la falta de lluvias. La producción ya disminuyó al menos un 50 por ciento.
Vicente Victorio Robles, uno de los productores de frijol del sur de Cuencamé, comentó que al inicio de septiembre "los corazones estaban contentos", refiriéndose a los productores que anticipaban una buena cosecha, pues esperaban entre 500 y 600 kilos de la leguminosa por hectárea.
Durante la primera semana de septiembre, las lluvias fueron favorables, lo que alegró aún más a los productores. Sin embargo, en la segunda semana ya no llovió, pero no representaba un problema, ya que es necesario permitir que el agua se filtre bien y que la tierra se seque un poco, pues el exceso de humedad tampoco es beneficioso.