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Autosuficientes

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CARLOS ELIZONDO

ÁTICO.- En un mundo de incertidumbre arancelaria, el instinto de producir lo que consumimos crece, pero puede resultar más caro.

La primera de las 18 acciones anunciadas por Sheinbaum la semana pasada para contrarrestar los aranceles impuestos por Trump es "ampliar la autosuficiencia alimentaria". ¿Ampliar? Sucedió lo opuesto el sexenio pasado.

En el 2018 produjimos 3.5 millones de toneladas de maíz amarillo, fundamentalmente para alimentar animales; en el 2024, 2.41. Las importaciones pasaron de 15.9 a 24.7 durante esos mismos años. En el caso del frijol la producción pasó de 1.2 millones de toneladas a 0.86. Los datos son de GCMA.

La segunda medida es "ampliar la autosuficiencia energética". El foco sigue siendo refinar más crudo. Esta necedad ha sido carísima. Llevamos invertidos más de 20 mil millones de dólares en Dos Bocas. Y sigue casi sin producir. Si bien en el sexenio pasado aumentó la producción de gasolina, ello fue a costa de que las pérdidas operativas acumuladas de Pemex Transformación Industrial fueran, del 2019 al 2024, de más de un billón de pesos. En el 2024 importamos el 60.9 por ciento de nuestro consumo, frente al 76.2 en el 2018, pero esto no considera la importación ilegal de combustibles que creció notablemente en el sexenio pasado.

Nuestra verdadera vulnerabilidad está en la importación de gas natural. A diferencia de la gasolina que llega por barco y se puede traer de cualquier lado, el gas llega por ducto desde Texas. Nunca hemos sido más dependientes de ese gas. Representaba el 63.5 por ciento de nuestro consumo en el 2018; en el 2024 llegó al 73.5. El producido por Pemex pasó de casi 3 mil millones de pies cúbicos diarios en el 2018 a 2.3 mil en el 2024. El plan propone producir 5 mil millones para el 2030.

En este mundo de incertidumbre arancelaria, los instintos de producir lo que consumimos crecen. Es el grueso de lo presentado en las 18 acciones. Por ejemplo, en el punto seis en palabras de Sheinbaum, "[e]l objetivo es que la mayor parte de los vehículos que se consumen en México sean fabricados en nuestro país". Dado que por los aranceles ya no podremos exportar tantos automóviles a Estados Unidos, la idea es dejar de importar los que consumimos, que en su gran mayoría son vehículos baratos chinos y tailandeses.

Si el gobierno presionara a las automotrices a producirlos en el país, imponiendo aranceles prohibitivos a autos provenientes de Asia o mediante alguna otra medida coercitiva, regresaríamos a ese mundo donde acá producíamos los autos que consumíamos y el gobierno apoyaba discrecionalmente a unos empresarios más que a otros. Tiene lógica política, pero no económica. La globalización de la industria automotriz implica la especialización en ciertos modelos. Esto da la escala para ser eficiente. Una planta que hoy produce 300 mil vehículos de un modelo no puede súbitamente armar 50 mil de 6 modelos. Habría que reconfigurar la planta con una gran inversión y el resultado sería autos de un costo mayor y de menor calidad.

A los gobiernos autoritarios les encanta la "autosuficiencia". En EU algunos creen que, gracias a las tarifas impuestas a China, Apple podría producir sus teléfonos en su país. Ya se suspendieron los aranceles a celulares. Quizás alguien le explicó a Trump que además de que tomaría mucho tiempo lograrlo, los recursos para hacer teléfonos caros se dejarían de emplear en actividades que, sin los aranceles, son más productivas.

Poder excesivo e ignorancia monumental sobre cómo funciona la economía son una receta para el desastre económico. En Latinoamérica sobran los ejemplos. Nunca pensé que esto lo fuéramos a ver así en Estados Unidos.

Falta ver si el electorado estadounidense tiene la fuerza para frenar las ocurrencias de su presidente imperial. La volatilidad de los mercados de bonos del Tesoro ya llevó a Trump a pausar algunos aranceles, aunque cualquier día puede dar marcha atrás. No hay certeza de nada, salvo que la economía en Estados Unidos y la del mundo crecerán menos por la incertidumbre generada desde el poder.

Escrito en: OPINIÓN millones, mundo, producir, aranceles

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