
Del dengue estacional a epidemia permanente en la Laguna
En el ámbito nacional, la Comarca Lagunera, región compartida entre los estados de Coahuila y Durango, es identificada por los especialistas y las mismas autoridades sanitarias como una de las zonas de más alto riesgo, donde existe además preocupación por los alcances que ha tenido la enfermedad del dengue en los últimos años.
Aun cuando estados del sur del país como Oaxaca, Guerrero y Tabasco son las entidades que han llegado a registrar una mayor incidencia del dengue, la región Laguna ya es considerada como una zona endémica de este padecimiento, pues en los últimos años el mosquito Aedes aegypti, insecto que transmite el virus, ha logrado adaptarse al clima local y el entorno urbano.
Por años, Durango fue un estado que se mantenía en márgenes de cierta estabilidad respecto a la enfermedad. Para el año 2016, el número de casos confirmados no llegaba siquiera a alcanzar los mil pacientes, concentrándose los brotes principalmente en municipios de la Comarca Lagunera. Sin embargo, en los años siguientes, el padecimiento se ha ido desbordando.
El 2024 marcó un antes y un después. Con mil 283 contagios confirmados y al menos cuatro muertes registradas en La Laguna de Durango, las cifras rebasaron cualquier antecedente y dejaron claro que, el dengue, ha dejado de ser una alerta estacional para convertirse en una emergencia sanitaria permanente.
Este 2025 podría ser un año desastroso en materia de salud pública para la región. Y es que la Organización Mundial de la Salud emitió alertas epidemiológicas tempranas sobre la circulación del serotipo DENV-3, uno de los más agresivos, advirtiendo que su presencia ya ha comenzado a disparar brotes graves en varios países de América Latina, incluyendo México.
Lo más grave es que este no es un problema exclusivo de salud, sino también de política pública. Las cifras escandalosas del 2024, con aumentos de hasta un 12,000% en Coahuila y 1,566% en Durango respecto al año anterior, reflejan la ausencia de una política sanitaria preventiva, moderna y con visión regional.
Los factores de riesgo, como el flujo migratorio constante, las variaciones climáticas extremas y la falta de infraestructura sanitaria adecuada, son conocidos desde hace años, no obstante siguen sin articularse una estrategia coordinada entre los gobiernos de Coahuila, Durango y la Federación.
En una región que comparte enfermedades, pero no siempre políticas públicas, cada estado parece operar por su cuenta. Mientras Coahuila ha reconocido abiertamente que vive una crisis sanitaria por dengue, en Durango los mensajes oficiales siguen siendo ambiguos, con llamados a la participación ciudadana, pero sin una campaña intensiva, sin presupuesto anunciado, sin brigadas suficientes y sin operativos de fumigación de gran alcance.
Una estrategia regional con respaldo federal, alineada a recomendaciones de la OMS y la OPS, con vigilancia epidemiológica reforzada, control vectorial permanente, campañas intensivas de concientización social y acceso gratuito a diagnósticos oportunos y tratamientos, es lo que especialistas ven como el camino a seguir en la Laguna, de lo contrario, el dengue continuará siendo no solo un problema de salud pública, sino también un reflejo de la incapacidad institucional de los gobiernos estatales y federal.
EN LA BALANZA.- La reciente agresión a una médico veterinario en Durango revela la vulnerabilidad del gremio. Apenas en febrero pasado, veterinarios de la capital del estado se sumaron a manifestaciones convocadas a nivel nacional para exigir respeto a su profesión, esto luego de la muerte de su compañero Héctor Hernández Cañas, en el Estado de México, quien fue agredido por los dueños de una mascota a la que no pudo salvar la vida. De acuerdo con el gremio duranguense, es común que dueños de mascotas acudan a clínicas para amenazarlos física y verbalmente, así como causar daños en consultorios. Hasta se les desprestigia en redes sociales.
X: Vic_Montenegro