
Entonces ¿En qué quedamos?
Para todos aquellos que veían el vaso medio lleno, por el hecho de que a México no le aplicara el arancel recíproco la Administración Trump, y que eso le daría ventaja ante países como Brasil o Vietnam, para atraer Inversión Extranjera Directa (IED), un nuevo arrebato del presidente norteamericano nubla las aspiraciones del gobierno mexicano de hacer crecer su economía.
Por principio de cuentas, el miércoles pasado el polémico mandatario decretó una pausa de 90 días a la aplicación de los llamados aranceles recíprocos que fijó a las exportaciones de varios países en represalia a los que le aplican a la Unión Americana. En ese tiempo, se llevarán a cabo negociaciones país por país. Entre tanto, se dejará un arancel base del 10 por ciento.
Esto significa que durante ese lapso las naciones que fueron exceptuadas de las tarifas recíprocas como Canadá y México, quedarán en desventaja por el arancel del 25% al aluminio, acero, automóviles, autopartes y todo aquello no cubierto por el T-MEC. Otro país exceptuado fue China, pero por que se le impuso un disparatado arancel combinado del 104%, que acaba de incrementarse a 145%.
A estos tres meses en los que México estará en desventaja para competir con otros países para atraer inversión, hay que agregar las amenazas arancelarias de Trump quien volvió a amagar con aplicar otra tarifa por un adeudo de agua (¡!) que tiene el gobierno mexicano con el estado de Texas. Más lo que se vaya acumulando u ocurriendo al presidente norteamericano.
El jueves pasado Trump disparó, apropósito del adeudo del vital líquido: "seguiremos aumentando las consecuencias, incluyendo aranceles y, tal vez, incluso sanciones, hasta que México cumpla". "México debe a Texas 1.3 millones de acres-pies de agua según el Tratado de Aguasd de 1944, pero lamentablemente México está violando su obligación bajo el Tratado", señaló.
A esto hay que agregar que nuestro país cayó 4 puestos en el "Índice de Confianza de IED", último puesto de un ranking de 25 países, que realiza la consultora global Kearney, debido precisamente a que no está llegando nueva inversión, solo se sigue dando la reinversión de utilidades o ganancias de las empresas manufactureras que ya están asentadas en México, lo cual es bueno que sigan confiando en nuestra nación.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard dice, lejos de las sombrías perspectivas que parecen indicar que la ventana del nearshoring se ha cerrado para México, que "No está muerto, andaba malito pero no se me muere. Nada más estaba malito", refiriéndose a la relocalización de empresas o nearshoring.
En contra parte, no fue casual que en la presentación de los Pre Criterios Generales de Política Económica del secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, al Congreso solo en tres ocasiones se haya mencionado al nearshoring, que años atrás era visto como el motor que ayudaría a la economía nacional.
Por mi parte sigo sosteniendo la tesis del economista Alexis Milo que dice que el nearshoring es como el llamado chupacabras: todos hablan de él, pero nadie lo ha visto.
Ladoscuro73@yahoo.com.mx