Durango

El Siglo de Durango

Glorita, lectora fiel de El Siglo de Durango, cumplió 100 años de edad

Desde que empezó a circular el periódico, lo lee todos los días.

Glorita, lectora fiel de El Siglo de Durango, cumplió 100 años de edad

Glorita, lectora fiel de El Siglo de Durango, cumplió 100 años de edad

DENICE RAMIREZ

A sus 100 años, doña Gloria Castañola Damm “Glorita” sigue siendo ejemplo de vitalidad, memoria prodigiosa y amor por la lectura. Desde hace más de tres décadas, no hay un solo día en que no lea completo el periódico impreso de El Siglo de Durango.

Su historia es un homenaje a la constancia, la familia y las buenas costumbres que forjan generaciones, de una mujer que, sin celular sigue conectada al mundo. El periódico es su manera de mantenerse informada de las noticias locales, nacionales e internacionales.

Considera que la lectura es parte de lo que la mantiene lúcida y con buena memoria. Recuerda muchos acontecimientos históricos y eventos familiares importantes.

Para El Siglo de Durango, comentó en entrevista desde su hogar: “Leo mucho, me gusta mucho leer. Casi no veo la tele, nada más cuando están aquí mis hijas vemos alguna película en la tarde, pero si estoy sola, no; nada más veo la misa en la mañana”.

Tiene su rutina bien establecida: “Me duermo como a las 10:30 o cuarto para las 11, y me levanto a las 7 de la mañana. Nunca me ha gustado levantarme tarde, ni a mi esposo le gustaba”.

Desde que se levanta, entre sus actividades están rezar el rosario con la televisión, desayunar a las 9 de la mañana, bañarse y leer completo el periódico, porque son noticias que comenta con sus familiares a la hora de la comida, a las 2 de la tarde.

Es su hijo Carlos quien se encarga de comprarle el periódico todas las mañanas. “Le pregunto: ¿el periódico ya lo metiste?, y a veces me dice: ‘No, no ha llegado, pero ahorita lo meto’. Yo estoy muy pendiente, porque me encanta leerlo y me lo leo toditito. Estoy encantada con el periódico, es un trabajo padrísimo”.

SU VIDA EN LA INFANCIA

Gloria Castañola Damm nació un 8 de abril en San Antonio, Texas. Es ciudadana americana, su mamá sí era de Durango, y ella también lo es de corazón, porque le gusta mucho esta ciudad, a su esposo Carlos igual le encantaba.

Glorita recuerda: La familia de mi mamá era numerosa. Sus hermanas y hermanos vivían donde ahora está el Banco Nacional, ahí en Francisco I. Madero y 5 de Febrero, ahora Banamex. Vivían arriba y abajo mi abuelo tenía una tienda, pero como fue tiempo de Pancho Villa y había mucha balacera en las calles, mi abuelo mandó a mi abuela con mi mamá y mis tías a San Antonio, Texas. Allá mi mamá conoció a mi papá y al poco tiempo se casaron. Él era Antonio Castañola, pero murió a los 46 años. Yo tenía un año cuando murió; otra de mis hermanas tenía 9, y otra que era gemela con mi hermano tenía 12”.

“Cuando yo ya tenía 7 años, mi mamá conoció a un mexicano que trabajaba en San Antonio, se llamaba Esteban de la Vega, y se casaron. Al poco tiempo nos vinimos a vivir aquí a Durango, porque a mi mamá le gustaba Durango. Aquí estuvimos; tenía como 9 o 10 años cuando llegamos. Luego, cuando tenía como 16, nos fuimos a vivir al D.F.”.

FAMILIA MARTÍNEZ CASTAÑOLA

En octubre de 1946, cuando tenía 21 años, se casó con Carlos Martínez de la Garza, de 24 años. Tuvieron cuatro hijas: Gloria, Beatriz, Aida y Celina, y su único varón, Carlos. Su esposo falleció hace 14 años, y lo recuerda con mucho cariño.

Ahora la familia se ha extendido. Tiene 13 nietos y 31 bisnietos, el más pequeño de 4 años y el mayor de 32.

Con gran lucidez, feliz y tranquila festejó recientemente sus 100 años de edad, y se le organizó un gran festejo donde estuvo presente su numerosa familia, algunos vinieron de Torreón, Toluca y San Antonio Texas.

“Es una familia muy hermosa para mí. Todos son siempre lindos conmigo, me ayudan, siempre están para lo que se me ofrezca. Los martes vienen todos a comer: somos 24 en la mesa, incluidos nietos y bisnietos. (...) Cuando llegan a comer a mediodía, les platico todo lo que leí en el periódico”.

Antes de vivir en su actual domicilio de avenida Lázaro Cárdenas, antes llamada Libertad, recuerda que vivieron en una casa en la calle 5 de Febrero, a media cuadra del Templo del Sagrado Corazón de Jesús y frente al hospital. Vivieron ahí durante 20 años; era una casa que fue regalo de su suegro.

Ya en la casa de Libertad, su esposo le hizo algunos arreglos porque a una de sus hijas le gustaba mucho la natación. Le dio la idea de poner una alberca en la parte trasera. Primero era una alberca chica, pero luego la hicieron más grande y ahora es un centro acuático. Recuerda que su esposo era un gran nadador, como lo son varios integrantes de la familia.

BUENA MEMORIA

Se comunica con sus amistades y familia a través del teléfono fijo que mantiene en su casa. Entre sus memorias destaca que se sabe el número de todos sus hijos, familiares y amigos que viven lejos.

Como su amiga María de los Ángeles Ávalos, “Gelos”, una amistad de muchos años y a quien le tiene mucho aprecio. Vive en Estados Unidos, y además platican en inglés.

También habla seguido a Sevilla, España, con un tío llamado José Luis. “La abuela de él era hermana de mi abuela de Sevilla, y su abuelo era alemán”, precisó.

“No tengo celular. Me regalaron uno y no lo quise usar, no me gusta. Uso mi teléfono de los normales aquí en la casa, pero ahora veo que toda la gente trae su celular, hasta los más chiquitos”.

Otro dato que recuerda con claridad es el nombre de su jefe cuando trabajó en el consulado americano, en el entonces Distrito Federal: el señor se llamaba Felipe Mayner.

Uno de los recuerdos de su juventud, y de su novio Carlos antes de casarse, es que fue invitado a realizar una exhibición como buen nadador en la alberca del Parque Guadiana, hace como 82 años.

“Imagínate hace cuántos años de eso. Yo todavía era su novia. Él y su hermano eran de un equipo de natación y anduvieron dando una exhibición, pero a él lo metieron en un costal, sin cerrar, abierto del frente pero no se veía. Nadó de una orilla a otra dentro del costal”, recuerda riendo.

Por esas fechas, su novio Carlos y su cuñado se fueron nadando por el río Tunal y recorrieron una gran distancia. “En aquellas fechas el río estaba preciosísimo, casi no había gente”.

FAN DE RAFAEL NADAL

Precisamente por su esposo le tomó gusto al tenis. Él jugaba y a ella le gustaba seguir todo lo referente a ese deporte.

Así fue como hace años conoció al jugador Rafael Nadal, de quien se considera fan. Me levantaba a las 3 o 4 de la mañana a verlo jugar, y de vez en cuando le escribo a su academia de tenis en España”.

Gracias a una bisnieta que le ayudó a enviar la carta a través de redes sociales, el famoso deportista le respondió desde su cuenta oficial.

“En mi cumpleaños, mi nieto Alejandro me mandó hacer una figura en tamaño real. Aquí la tengo”, dice orgullosa al mostrar la figura de coroplast.

CAMBIOS EN LA SOCIEDAD

Así como para ella su familia es lo más importante, espera que las nuevas generaciones no descuiden a los más pequeños, y que se les enseñen valores como respetar a los demás o cosas tan simples como no tirar basura.

“Es muy importante que enseñen a sus familias a ser educados con la gente, para que cuiden la ciudad, porque es aquí donde vivimos”.

Reconoce que hay un cambio generacional, pero sigue habiendo muchas buenas personas. “Hay mucha buena gente, pero ahora hay familias más pequeñas, ya no como antes. Tengo amigas —bueno, tuve, porque ya fallecieron— que tuvieron siete, ocho o diez hijos. Y ahora ya no. Cuando mucho, tienen dos (...), pero ya no se puede, porque las mujeres trabajan, salen mucho de casa, y antes no; uno se quedaba en su casa”.

Escrito en: tercera edad suscriptores historias el siglo de durango tenía, mucho, esposo, mamá

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Durango

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas