Pérdida. Este jueves, a sus 82 años, falleció el histórico entrenador Leo Beenhakker, quien hizo historia en el futbol mexicano y dirigió a equipos como el América y las Chivas.
El mundo del futbol está de luto por la partida de Leo Beenhakker, un técnico que marcó época tanto en Europa como en México. El neerlandés, que falleció a los 82 años, fue un genio táctico que conquistó títulos y corazones, dejando un legado que trasciende los trofeos.
Merengue
Beenhakker alcanzó la cima del futbol europeo al dirigir al Real Madrid durante una de sus etapas más gloriosas, en plena efervescencia de la "Quinta del Buitre". Bajo su mando, el equipo merengue ganó tres títulos consecutivos de La Liga (1986-1989), una Copa del Rey y dos Supercopas de España. Fue un periodo dorado para el club, donde figuras como Emilio Butragueño y Hugo Sánchez brillaron bajo su liderazgo. Sin embargo, su tiempo en el Madrid también tuvo momentos amargos, como la dolorosa derrota 5-0 ante el Milan en la Copa de Europa, que marcó el final de su primera etapa.
Clubes y selecciones
Más allá de España, Beenhakker dejó huella en el Ajax y el Feyenoord, siendo el único técnico en ganar la Eredivisie con ambos gigantes neerlandeses. También dirigió a selecciones como Países Bajos, Arabia Saudita, Trinidad y Tobago, y Polonia, además de clubes en Turquía, Suiza, y España.
En México
Sin embargo, su conexión con México fue especial. En 1994, llegó al América con la reputación de ser el técnico que había dirigido al Real Madrid de Hugo Sánchez. Su impacto fue inmediato: formó un equipo espectacular con jugadores como Luis Roberto Alves "Zague", François Omam-Biyik, Kalusha Bwalya, y debutó a un joven Cuauhtémoc Blanco. Ese América fue arrollador, marcando 74 goles en la temporada regular y liderando el torneo con solvencia.
Pero, en un giro inesperado, Beenhakker fue despedido en la recta final del torneo, un hecho que sigue siendo objeto de especulación. Se habló de desacuerdos con la directiva, como su negativa a alinear a Joaquín del Olmo por cuestiones contractuales o su ausencia en una junta por estar jugando golf. Lo cierto es que su despido marcó el final de un proyecto que prometía ser de época.
Poco después, dirigió a Chivas, el acérrimo rival del América, en un intento por cobrarse la afrenta, pero no tuvo éxito. Regresó al América en 2003, aunque nunca pudo replicar la magia de su primer paso.
Adiós
Hoy, se despide a un estratega que vivió el futbol con pasión y dejó un legado imborrable en cada rincón que pisó. Leo Beenhakker, el maestro neerlandés, será recordado como un genio del banquillo y un hombre que, con su estilo y personalidad, cambió para siempre la forma de entender el juego.
Descansa en paz, Leo. El mundo del futbol y México siempre te llevarán en el corazón.