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LETRAS DURANGUEÑAS

Los niños escriben bien

Los niños escriben bien

Los niños escriben bien

ÓSCAR JIMÉNEZ LUNA

Desde hace ya tiempo, tanto a los teóricos de la materia, como a los difusores prácticos de la cultura, nos ha quedado claro que la lectura y la escritura son vasos comunicantes, porque mantienen una relación de aprovechamiento recíproco. Un niño o niña que lee posibilita una mejor expresión por escrito en el porvenir.

Por ello, es muy grato e ilustrativo -por tan prometedora experiencia, digo- dar cuenta de la reciente y notable tarea de nuestro amigo Francisco Márquez Razo, un jardinero que sabe sembrar y beber de su noria poética, y ya de muchas horas de vuelo como promotor de la lectura, que en una magnífica oportunidad como la de una mañana de vivo sol durangueño, nos presenta su libro Estaciones. Antología de Literatura Creativa. Vicente Guerrero. Semilleros Creativos.

Recorrer sus páginas es adentrarnos en un mundo infantil y juvenil lleno de vida: el colibrí trae noticias de alguien que ya se fue; el relato dice que después de la pandemia todos nos convertimos en seres digitales; el verso que señala que hay que seguir caminando...para adivinarse a uno mismo; y que siempre hay que regresar al mar olvidado; ¿en la noche nos reunimos con la muerte?; la humanidad que lentamente se va perdiendo en el hotmail y el waths app. A manera de una mejor muestra, sin embargo, leo un breve poema completo, por su evidente calidad. Es de Jesús Isaac Salas Rojas, y lleva por título «Un caballo»:

«Un caballo salvaje/ vive en mis ojos/ no le gusta salir,/ lo veo correr/ y tocar la guitarra/ nunca se aburre/ en la mañana/ bebe agua,/ en la tarde/ juega con la lluvia,/ y por la noche/ baila en el circo».

De esta manera, la presente conjunción de sensibilidad nos confirma precisamente eso: es una semilla que sin duda se abrirá en el mañana de Durango. Estos niños y jóvenes le han dado brillo a la palabra, cuyos reflejos literarios provienen de sus propias experiencias, como ya hemos visto. Así lo dice aquello de LIMPIA, FIJA Y DA ESPLENDOR. No se vaya a creer que esto que acabo de mencionar es el anuncio de un jabón, de un detergente para la ropa, como a veces se piensa. No, LIMPIA, FIJA Y DA ESPLENDOR es ni más ni menos que el lema de Real Academia Española de la Lengua. Y eso es, precisamente, lo que ha ocurrido con este libro, como en todos los de creación literaria, y en su medida: el ensayo, la novela, o la poesía, pasan -si de calidad se trata- por estas tres fases. Francisco Márquez Razo ha hecho lo propio (ha contribuido a limpiar y fijar estos poemas narrativos) y los niños y jóvenes han hecho antes también lo suyo: con sus asociaciones verbales le han dado esplendor a sus letras.

Enhorabuena por este libro, en beneficio del proceso de lecto-escritura de Vicente Guerrero, de Durango... y aún más allá.

Escrito en: letras durangueñas DURANGO escritos niños, LIMPIA,, dado, FIJA

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