Resurrección. Los Sky Blues rescataron el partido en los últimos minutos y demostraron seguir vivos en la tabla general.
El Manchester City visitó por última vez Goodison Park para medirse ante el Everton, en la gira del adiós del conjunto de Merseyside previo a su cambio de estadio para la temporada 2025/2026; si bien, los locales realmente no se buscaban nada importante, los dirigidos por Pep Guardiola tenían que hacerse con los tres puntos si o si, en caso de querer seguir aspirando a puestos de Champions League.
El Everton ha demostrado ser un gran dolor de cabeza para el City durante las últimas temporadas, y este partido no fue ninguna excepción, pues tuvieron más oportunidades ofensivas en la diana rival, pese a que Savinho, Kevin de Bruyne y Omar Marmoush aportaron a las estadísticas; 10 toques en el área, comparado a tan solo 3 de los Sky Blues, fueron muestra de la superioridad Toffee durante el primer tiempo, aunado a la excelsa actuación de Jordan Pickford.
La segunda parte siguió la misma tónica, pero fue marcada por la lesión de James Tarkowski para el Everton, baja sensible pues, el jugador mancuniano es de los elementos más importantes en el marco dirigido por David Moyes, por lo que la situación se complicó.
Finalmente, un héroe apareció para poner el primer tanto del encuentro, pues Nico O'Reilly colocó el balón entre las redes en un tiro de esquina al 84', esto gracias a los pases de Kevin de Bruyne y Matheus Nunes, quienes hicieron conexión con el joven inglés.
Previo a la conclusión del encuentro, al 91' apareció Mateo Kovacic para el 2-0 definitivo, el cual llegó gracias a una asistencia de Gündogan desde el área, con la cual el croata firmó el balón entre las redes de Pickford a través de una barrida algo accidentada; de manera muy sufrida, los Sky Blues consiguieron los tres puntos y demostraron seguir vivos en la pelea por puestos europeos, pese a que el Everton por grandes ratos fue superior en todos los aspectos.