
Sursum, corda
Frase en latín que significa; "Arriba, corazones", utilizada diariamente en los ritos cristianos y que hoy, ante todos estos cambios inesperados y violentos, debería animarnos a levantar nuestros corazones, reparar nuestro ánimo y afrontar los retos que vienen en lo económico , ecológico y familiar.
¿Cómo entender el nuevo comercio global? Con tarifas irracionales, sin sustento y además perjudiciales al que las impone; por ejemplo, si hoy quiero importar baterías a Estados Unidos desde China pagaría 145% de tarifa arancelaria, pero, si la importo dentro de una laptop china, solo pagaría el 20%.
Y aún no termino: si la importo como parte de una laptop vietnamita pagaría 0%. Y como esta, hay miles (¿o más?) de alternativas, para darle la vuelta al arancel. "No, hombre. Unos genios". Brillante, dice Joey Politano en un blog, puros "abusados" en el equipo. Eso sí, se provocan respuestas en el mundo por estas medidas, y muchas terminan desacelerando la economía mundial.
Fitch Ratings, una calificadora respetable, bajó su predicción de crecimiento mundial a 1.9% desde 3.9% hace unos meses; menos lo que se acumule esta semana, como los pronósticos deportivos.
Suspendido el intercambio comercial del galio, germanio, antimonio, y tierras raras, que no tienen nada de raras, pero que son vitales para la industria militar y, hay que decirlo, sin sustitutos a la vista en el corto plazo, ni cómo minarlos. ¿Se producirán menos armas?¿Desarrollarán mejores? Sin querer queriendo (ojalá), esta suspensión retrasará la carrera armamentista, como quería el Papa Francisco, carrera que está ya "resucitada" y en todo su apogeo. El miedo no anda en burro, y con la nueva desconfianza en países como Rusia y los EEUU, pues mejor comprar ya resorteras.
Súmele usted la "expulsión" -que no fuga- de cerebros de las mejores universidades, ya sin recursos para investigación y con amenazas de cierre o deportación a El Salvador. ¿A qué le tiran estos GDA (golfo de americanos, o, ¿americanos golfos?)? Ya ni la salsa catsup va a saberles igual sin nuestros tomates mexicanos. Aunque a lo mejor inventan hamburguesas con piña y salsa sintética, que sabrá a catsup "de mentiras"; a ver cómo les va con los consumidores que tienen discriminación hasta en el sabor.
En menos de 100 días se arrancó una carrera de roedores al abismo ("rat race to the bottom"). ¡Increíble!, y todos como el chinito: "solo milando".
Hago una pausa en esta columna para lamentar el regreso a la casa del Padre del Papa Francisco I, Papa progresista que en 12 años avanzó en la transformación de una iglesia anclada en doctrinas conservadoras, a una incluyente y moderna. Que criticó las guerras, las desigualdades y hasta desafió al diablo en su visita a México en 2016. "Con el demonio no se debe dialogar", dijo, hay que "enfrentarlo y derrotarlo".
Hoy más que nunca, necesitamos de su intervención celestial, para deshacer este entuerto en que nos han metido una minoría de personajes oscuros y con poder.
Sursum, corda. Carpe diem (aprovecha el día). Ánimo.