Kiosko

El proceso creativo literario

LETRAS DURANGUEÑAS

El proceso creativo literario

El proceso creativo literario

ENRIQUE ARRIETA SILVA

En estos días de duro cierzo invernal, para decirlo en términos cancioneros que evocan mis tiempos bohemios, tengo en mis manos y frente a mis ojos, el libro Manual de Escritura creativa y premios literarios, debido a la pluma del escritor español Vicente Marco, quien además de escritor de libros y autor de artículos de revistas culturales y de ocio, es profesor de talleres literarios.

Se trata de un libro breve, sencillo y ágil que en 138 páginas, nos pone al tanto de los concursos literarios, de la caracterización del proceso creativo, del escritor impulsivo, del escritor racional y de las recomendaciones

de estilo.

Atendiendo a que en nuestra ciudad funcionan varios talleres literarios, entre ellos el de mi muy estimado amigo Oscar Jiménez Luna, quien con singular acierto lo dirige desde hace años, logrando reunir a un buen número de aspirantes a la creación literaria, he decidido compartir con ellos las ideas de Vicente Marco, entremezcladas con las mías que ya se sabe son modestas.

Dice Vicente Marco, que no existe un método universal válido para todos los narradores, los hay quienes parten de una estructuración previa y los hay quienes trabajan siguiendo la llamada del impulso y agrega que ningún método es bueno ni malo en sí mismo, pues cada escritor tiene su propio librillo, y en seguida trae a cuenta a escritores como Jardiel Poncela, quien en Los ladrones somos gente honrada (atención políticos), escribió su comedia sin más idea ni más trama ulterior. Julio Cortázar, quien escribió la celebrada Rayuela movido solo por el impulso de contar. Stevenson, quien escribió su clásica obra maestra El extraño del doctor Jekyll y Mr. Hyde, tras una pesadilla en la perfiló las dos terceras partes de la novela. El excéntrico Camilo José Cela, quien dice que escribe siguiendo una intuición, una vaga meta, y después llega como puede.

Por lo visto los autores encuadrados por Marco, encajan en los escritores que crean sus grandes obras bajo los cascos de los caballos de la intuición, pues Poncela aunque parte de un esbozo inicial, dice que comenzó su obra sin más idea ni más trama ulterior. Cortázar fue movido por un impulso de contar para dar vida a Rayuela. Stevenson, se dejó ir por una pesadilla para dar forma a su obra El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde; Camilo José Cela, el más explícito de todos, confiesa que sigue una intuición, una vaga meta para después llegar como pueda.

¿Ahora bien que es lo que caracteriza al escritor impulsivo y al autor racional?

Siguiendo a Marco, el escritor impulsivo es aquel que sigue una inspiración recurrente, dejándose ir por las olas de la inspiración sin saber lo que va escribir hasta que toma asiento en su lugar de trabajo.

Por el contrario, el escritor racional, planifica, estudia y prepara, es decir, trabaja mucho con anterioridad, meses y meses antes de empezar a escribir, por lo que, lo normal es que el escritor creativo no se vea en la necesidad de revisar el trabajo final reiteradas veces, lo contrario del escritor intuitivo que tiene revisar su trabajo a varias revisiones, pues trabajó en gran parte impulsado por las riendas de la improvisación.

Lo común es que los escritores que se iniciaron tempranamente en la tarea literaria, es decir siendo niños o jóvenes, sean impulsivos y sigan a la intuición; mientras los que lo hicieron en la edad adulta, militen en la escritura racional. Los dos, dice Marco, tienen infinidad de defensores y proclamadores como el mejor de los métodos.

Tengo para mí, que los dos métodos son válidos y que en algunas ocasiones se combinan, pues el escritor impulsivo puede tener cierta disciplina y planeación, y el escritor racional puede recibir cierta inspiración, produciendo ambos obras de gran calado. Claro es sin embargo, que los encargados de talleres literarios aconsejen a sus talleristas el método racional, que los lleve a planificar su objetivo en horas y días, Es también claro, que entre los escritores

profesionales prive el método racional sobre el impulsivo, pero de todo da la mata, como decía mi padre cuando alguien acusaba a alguno de su parentela de alguna acción no buena.

En cuanto a la elección del tema, ya se sea escritor impulsivo o racional, el primer requisito es que el tema sea de interés para el escritor y el segundo que tenga interés para los lectores, pues si no tiene interés para uno mismo, puede detener o dificultar el proceso creativo cuando no detenerlo, y si no tiene interés para los lectores, la obra puede ir a parar al sitio en donde se encuentran miles de libros: al sótano.

En cuanto a la inspiración, a veces llega sin buscarla y otras se le tiene que llamar como aquel orador universitario de los años cincuenta, quien participando en un concurso estatal de oratoria del Instituto Juárez, al sentirse falto de

inspiración en la etapa de improvisación, que es la prueba de fuego para todo orador, dirigía la vista a las vigas del viejo caserón y con angustia decía: musas del Olimpo bajen a iluminarme. Inútil la invocación, las musas no bajaron. Pero qué tal, si han bajado, en una nada hubiera ganado el concurso.

Concluyo: Todos los seres humanos somos creativos, y no se diga en Durango, que es un Estado culto pese a sus gobernantes; lo importante es darle salida a esa creatividad, ya seamos escritores intuitivos o racionales, y para ello la formula universal es: leer, leer, leer; escribir, escribir, escribir. (atención Aurelio Nuño).

Escrito en: LETRAS DURANGUEÑAS escritor, quien, Marco,, pues

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas