Gilio II labra su camino

Con cada capotazo, Arturo Gilio II abre su camino hacia la profesión de matador de toros, sabiendo que el camino es difícil y lleno de obstáculos, pero su vocación por la tauromaquia, la cual lleva en la sangre, es el combustible que lo impulsa a seguir buscando su sueño.

El joven lagunero de 16 años de edad, continúa abriéndose camino para poder convertirse en novillero, el cual comenzó en la Academia de Cultura Taurina del Coliseo Centenario de Torreón y que dio un paso fuerte el año pasado al establecerse durante cinco meses en el municipio andaluz de Tomares, Sevilla, donde adquiere cada día mayores conocimientos de la fiesta brava. Luego de pasar las fiestas decembrinas junto a su familia en Torreón, Arturo regresará a España el próximo 16 de enero para continuar con su preparación.

 VIDA EN ESPAÑA

Antes de regresar al viejo continente, Gilio II charló en exclusiva con El Siglo de Durango acerca de lo que le espera durante una nueva estancia en la Madre Patria, donde permanecerá alrededor de otro semestre antes de volver a su tierra natal. "Estoy muy contento en España, el maestro Rafael Torres me está enseñando cosas nuevas cada día, vivo en la casa del matador Carlos Ortega, quien estuvo en el debut de mi papá como novillero, entreno todos los días, así que todo el tiempo estoy respirando toreo", dijo.

Los días comunes para Gilio II giran alrededor de su preparación taurina, aunque también pasa el tiempo necesario en las aulas: "por las mañanas voy al colegio, estudio cuarto de secundaria porque allá son cuatro años de secundaria y dos de preparatoria. Estoy en el colegio de ocho de la mañana a dos y media de la tarde, luego voy a casa a comer y a las cuatro treinta de la tarde empiezo a entrenar, termino a las ocho de la noche y regreso a casa a hacer alguna tarea y a dormir, así es de lunes a sábado", dice.