Atraparon mil 500 saqueadores, pero faltan los principales
En un país idóneo, donde la justicia se aplicara sin distingos, tendría un alto reconocimiento social que sus cuerpos de seguridad pública fueran tan eficientes como para aprehender de inmediato a quien trasgrediera la ley; sin embargo, cuando esa ley se aplica a modo y se detiene primero a personas involucradas en actos vandálicos y saqueos que a los verdaderos ladrones, entonces algo hay que cambiar.
En los últimos días, han sido mil 500 los detenidos en diferentes ciudades que pasaron de marchar a saquear comercios dentro de un contexto de incremento del 20 por ciento a las gasolinas y el desabasto consiguiente; claro está que nadie puede ni debe defender a quienes dañan a terceros o provocan violencia, pero es inevitable preguntar dónde están los saqueadores "en grande" esos peces gordos que siguen nadando en el mar de la abundancia sin impedimento alguno, como los ocho exgobernadores recientes, quienes han robado millones del patrimonio colectivo, junto con toda una red de cómplices, formada por decenas de funcionarios de primera línea. De manera que la lista de los manifestantes detenidos por vandalismo, dada a conocer por la Secretaría de Gobernación, está incompleta.
Aumenta todavía más el enojo social porque hay evidencias de que los desmanes y saqueos han sido "sembrados" desde el poder, para desviar la atención ciudadana del objetivo central: la injusta e inexplicable alza generalizada, a partir del aumento brutal en el precio de los combustibles. No encontró el gobierno una estrategia mejor, a su parecer, que poner en primer plano las escenas de saqueo, como si con eso la ciudadanía fuera a olvidar los males provocados desde el poder.
Es obvio que las autoridades no pueden permitir la prevalencia del caos, sino deben hacer cumplir la ley. El desorden y la anarquía no pueden permitirse bajo ninguna excusa, incluso si la inconformidad tiene un origen justo, porque hay formas de ejercer la protesta contempladas por la misma ley, pero la legislación debe ejercerse sin restricciones para todo aquel que la violente, no sólo a saqueadores de poca monta y vándalos ocasionales.
Es decir, si las fuerzas del orden están preparadas para frenar los abusos y excesos de una muchedumbre, lo deben hacer también a la hora en que una minoría causa perjuicios al pueblo, aunque sean daños intangibles de momento. O ¿de qué privilegio gozan los ladrones elegantes, que no necesitan robar burdamente, sino a través de chantajes, "moches", trasferencias millonarias, actos ilícitos, permisos fuera de la ley, amenazas, adjudicaciones sin motivo o desvío de recursos?
En este caso, por mucho, el monto de lo robado por los exgobernadores de Veracruz, Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango y Zacatecas, entre otros, supera al de los mil 500 revoltosos detenidos hasta la noche de este viernes, pero a ninguno de estos exmandatarios tan repudiados por la sociedad se les ha detenido y aplicado la ley vigente.
Quienes padecemos el daño del gasolinazo e incrementos al gas y electricidad -o sea, la inmensa mayoría- tenemos razones sobradas para estar molestos, para protestar ante las pésimas acciones del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, pero nadie debe apartarse de la vía de la civilidad, porque la transgresión de la ley y la violencia provocan siempre la derrota de la protesta pacífica.
Ninguna autoridad debe reprimir las legítimas formas de expresión ciudadana ante tan severo daño causado por el gobierno en turno y debe actuar en consecuencia contra todo aquel que violente las disposiciones legales; lo grave del caso es que las autoridades están conduciéndose en forma selectiva, lo cual no deja de ser una injusticia.
Si tan correctas son las autoridades y no dejan pasar delitos como el vandalismo, pues entonces necesitan rendirle cuentas a los mexicanos acerca de porqué no han actuado contra los políticos corruptos que se han llevado lo que nos corresponde a todos y han provocado crisis en sus estados. Las policías deben actuar sin distinción alguna contra quienes delinquen y en este tiempo parecen hacerlo exclusivamente contra los ladrones pobres, no así contra los que roban desde la riqueza o desde el poder.
Igualmente, junto con esta otra lista de saqueadores, que podría superar a los mil 500, el gobierno debe realizar una exhaustiva investigación sobre la muy probable infiltración de alborotadores con aspecto de manifestantes, porque la protesta debe mantenerse limpia y pacífica. Nadie desea el desbordamiento de las pasiones sociales, por ninguna causa.
COLMILLOS Y GARRAS
AYER POR LA madrugada, un contingente de la Policía Federal montó un operativo de desalojo en las instalaciones de Petróleos Mexicanos en esta ciudad. Miembros de la Comisión Estatal de Derechos Humanos atestiguaron los hechos. La Policía Estatal tuvo una participación de apoyo a los federales. Fueron cinco detenidos y de inmediato fueron puestos a disposición de la Procuraduría General de la República por la presunta comisión de varios delitos de carácter federal... Y UNA VEZ concretado el desalojo de la sede de PEMEX, muy temprano se procedió al abastecimiento de gasolinas a las 57 estaciones de servicio locales. La noticia de que habría gasolina trajo gran alivio entre la ya desesperada sociedad duranguense... DESDE EL VIERNES por la tarde había sido evidente la ausencia de vehículos en las calles ante la falta de combustible, ya que estábamos sin gota de combustible en toda la ciudad, por lo que las filas de automovilistas fueron muy largas la mayor parte del día.
Twitter @rubencardenas10