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Mensaje a mi paciente diabético

LETRAS DURANGUEÑAS

Mensaje a mi paciente diabético

Mensaje a mi paciente diabético

DR. FCO. JAVIER GUERRERO GÓMEZ

Estimado paciente: en días pasados leí en el periódico que fue el día de la Diabetes Mellitus, en estos tiempos hay días para recordar cualquier fecha y nos tocó la nuestra, por lo que me dio cierto cosquilleo en mi sensibilidad y quiero compartirla con usted.

Ha llegado la mañana y nuestro cuerpo apretado por la noche resurge al día nuevo, donde otra vez compartimos

tiempo y fuerza para sobrellevar la enfermedad que nos aqueja, esa espinita llamada Diabetes Mellitus encerrada en un dardo que nos amenaza, llamado Síndrome Metabólico, con las consecuencias propias del peligro de actuar sobre los cordones circulatorios más débiles, y delgados como son lo que llevan el donde la nutrición y la respiración hacia las células de la retina, del encéfalo, de los riñones opacando su verdadera función por la disminución y la obturación del torrente sanguíneo, si no tenemos el esfuerzo de combatir esta guerras, habrá ceguera, pie diabético que puede llevar a la amputación, insuficiencia renal, infartos cerebrales y cardíacos. Tomemos el arma de los medicamentos en la trinchera del entendimiento que nos pone también en franca alerta.

El principio: Chispita que un día dejó de entrar a las células para detonar la combustión del azúcar, ese carbohidrato que es como la gasolinas para el cuerpo humano, no hubiera pasado nada sino es que la glándula llamada Páncreas al fatigarse por exceso de azúcares, ha dejado o disminuido su producción de Insulina el gran soldado que controlo la acción azucarada y su verdadera función.

Causas ajenas a nosotros, a nuestro organismo autodidacta, van haciendo o dejan de hacer lo que ayuda o interfiere, porque no hay edad, sexo, nacionalidad, nada en fin, a todos nos puede llegar la dulce enfermedad que tanto mata.

Me congratulo con usted que comprende cabalmente el mecanismo de su padecimiento, que lo acepta como algo muy propio y lo lleva con el mayor apego posible. Usted sabe que los medicamentos que requiere y que asiduamente se administra, son el colibrí que liba la miel que hiere, para darle más años a su vida.

Esto me hace ser más que su médico, el amigo discreto que complementa el oasis individual de su terapia y espera que lo que le indique sea la palmada en la espalda llena de fraternidad.

Usted y yo al estar en camino de preguntas y respuestas, en el espacio dogmático del consultorio, hacemos una simbiosis que va más allá de la relación Médico-paciente, ya que entre ambos, buscamos lo mejor para sobrellevar esta situación que no solicitamos, pero que de algún modo nos llegó, y para ello tenemos nuestras mentes y manos en buena voluntad.

Estimado paciente diabético, espero que aquilate lo valioso que es el cuerpo humano, herencia de la luz divina, y trate de conservarlo en las mejores condiciones posibles, haciendo funcionar sus órganos y sistemas, con un buen ejercicio y una dieta todavía mejor...Seguiremos en la lucha con la conciencia presta en la ayuda mutua y los que se acerquen a nosotros en busca de nuestra experiencia, con gusto los acogeremos.

Me siento orgulloso de que acepte su enfermedad y que la viva con respeto. Saludos y días de bien común.

Su Médico y amigo. Compañero de mismo dolor.

Escrito en: LETRAS DURANGUEÑAS enfermedad, cuerpo, haciendo, tenemos

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