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Lumbre pura

FEDERICO REYES HEROLES

FEDERICO REYES HEROLES
"No hay loco que trague lumbre" — Anónimo

La sospecha ronda, de hecho, ya se ha vuelto afirmación. Circulan videos de personas que lo conocen de tiempo atrás y que lo testifican. Donald Trump no está bien de la cabeza. La afirmación sacude los cimientos de las creencias, los supuestos esenciales, el principal: alguien a quien le falta un tornillo, no puede llegar a ser presidente de los EE.UU. ¿O sí?

La historia de la locura es apasionante. Erasmo de Róterdam, el gran rebelde que siendo clérigo revolucionó la filosofía renacentista, es obligado. En su Elogio de la locura ésta se convierte en personaje y secuestra la voz del autor. Fantástico. Pero Erasmo no traga lumbre, su locura ilumina las inconsistencias de la Curia Romana y del credo religioso como forma de razonar. Su locura es muy útil. Hay una frontera muy clara entre la versión romántica y una enfermedad mental. Cuando alguien se daña a sí mismo estamos ante un enfermo.

¿Puede un desquiciado llegar al poder? Por supuesto, Hitler, Mussolini, Leónidas Trujillo, Pol Pot, por citar unos cuantos. Stalin tenía lo suyo y parece que seis dedos. La astucia para conquistar el poder no está casada con la sensatez, al contrario, la megalomanía es muy popular entre los políticos. Pero de nuevo, cuando alguien golpea su cabeza contra la pared hasta sangrarse estamos ante un enfermo. Los dichos y amenazas del candidato Trump y su victoria provocaron una severa devaluación del peso. Los financieros hablan de volatilidad, es un simpático eufemismo. Ahora resulta que las manufacturas mexicanas que tanto sueño le quitan al próximo presidente de EE.UU., son todavía más atractivas. Producir en México tiene más ventajas comparativas. Las exportaciones de manufacturas, repuntaron en noviembre 10.3%. El Secretario de Turismo dio a conocer hace unos días una cascada de buenas noticias en ese sector, en particular el crecimiento de dos dígitos de turistas estadounidenses que vuelan a México. El otro lado de la moneda, no es metáfora, el esperable descenso del turismo mexicano a Estados Unidos y de las compras prescindibles. No es lo mismo a 17 que a 22. Un doloroso tiro en el pie.

Trump está amenazando a las empresas automotrices con un gravamen que llama "impuesto fronterizo", no sé de dónde lo sacó, del 35%. La mayoría de las armadoras le está dando la vuelta con lo cual queda en ridículo. Pero allí no termina la historia, suponiendo que intentara establecer el gravamen, el impacto final lo pagará el consumidor estadounidense, buena parte de las clases medias venidas a menos que votaron por él. ¿Qué va a hacer con los productos agropecuarios? (Recomiendo ampliamente el impresionante Atlas Agroalimentario 2015 de la SAGARPA). Acaso va a gravar al aguacate, al jitomate, al limón o al frijol mexicano o a las decenas de productos que los estadounidenses han incorporado a su dieta. Otro perjuicio al consumidor, otro disparo.

Y qué decir de las deportaciones. Sin la mano de obra mexicana la producción agroalimentaria en Estados Unidos se encarecería sensiblemente. El impacto también se daría en otras ramas industriales y al final de la cadena lo espera, de nuevo, el consumidor. Un economista brillante comentaba que el TLC con EE.UU. es hoy como un plato de huevos revueltos. Trump quiere separar la yema de la clara. Los dichos del señor Trump nos tienen anímicamente contra la pared, pero la realidad económica y productiva de México es hoy muy diferente a la de 1994. De sentarnos a la mesa a renegociar todo, México podría incorporar nuevas áreas de actividad.

Nuestro país se convirtió en el principal centro de ataque de la exitosa furia de Trump. Cómo evitar que la Historia se repita en un futuro. Leonardo Curzio ha escrito un muy lúcido y sugerente ensayo -Orgullo y prejuicios- sobre la compleja relación de dos naciones vinculadas por la geografía, por la economía, por la historia. Pero la mala reputación de México crece y debe ser encarada con frialdad. La sacudida de Trump puede ayudar en esa misión que es transexenal y clave.

Pero regresemos a la locura. Incluso antes de tomar posesión las tensiones en el mundo se incrementan exponencialmente por la incontinencia verbal y tuitera de Trump. China, Japón, Rusia, Oriente medio, Israel amenazado con la mudanza de la sede diplomática a Jerusalén, y por supuesto México. La lista crece día a día. Ya no digamos al interior de EE.UU. en donde los ofendidos son ya muchos, grupos feministas, de afroamericanos, de defensa de migrantes, actores de la talla de Meryl Streep, la propia Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, músicos, medios de la importancia de New York Times o CNN, congresistas, su propio partido, expresidentes como los Bush y muchos más. Esto no es normal, no es romántico y es muy peligroso.

Miles de millones lo vemos a diario y está tragando lumbre.

Escrito en: FEDERICO REYES HEROLES Trump, México, Pero, locura

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