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¿Cuál crisis económica con esos súper salarios?

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¿Cuál crisis económica con esos súper salarios?

¿Cuál crisis económica con esos súper salarios?

IVÁN SOTO HERNÁNDEZ

No sé si se han fijado, pero desde que empezó el 2017 en México se ha hecho mucho más marcado que antes el rechazo social a los altos sueldos de la clase gobernante.

Seguramente la razón de raíz es el hartazgo que ha provocado el gasolinazo, el alza del dólar, la llegada de Donald Trump a Estados Unidos y tantas otras noticias que nos alteran el ánimo, en especial si se trata de más impuestos por parte de los tres niveles de gobierno,

En las últimas semanas se han hecho virales los casos de los lord y las ladys del estilo "no me alcanza", otros con frases de justificación como la del senador panista Javier Lozano, quien sentenció: "si me bajan el sueldo, a robar o qué".

En Durango lo vimos en días pasados con la defensa a ultranza de parte de los diputados locales para que no se les reduzca su sueldo ni se les suspenda su dieta mensual de vales de gasolina. Y al final, ante tanta presión social, el acuerdo fue eliminar esa prestación.

Sin embargo, en el reportaje que presentó ayer el noticiero Tiempo y Espacio de Canal 10, se pudo observar que hay más salarios que causan indignación a cualquiera que se entere, como el del Presidente y los Magistrados del Poder Judicial del Estado.

Y es que, tan solo para Esteban Calderón Rosas, sucesor de Apolonio Betancourt Ruiz, el ingreso mensual estimado es de más de 200 mil pesos entre sueldo y prestaciones, y una cantidad un poco menor para los magistrados.

Sin embargo, el debate de los súper salarios de la clase gobernante mexicana es tan llamativo como infructífero, ya que no se ha visto hasta ahora que se traduzca en una auténtica intención de ahorro y eficiencia, mucho menos en un afán de austeridad.

¿Por qué? Porque ante la presión ejercida por la ciudadanía en los medios y las redes sociales, lo que acaban haciendo los políticos en la cúpula de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial no es disminuirse sus ingresos, sino disfrazarlos por otras vías menos llamativas.

En las últimas semanas, mientras el bolsillo de las familias de México se ha visto tan lastimado, las noticias ligadas a los onerosos cheques de la élite de país solamente hacen más grande la zanja entre la sociedad y la clase política.

Y no es para menos el rechazo de la ciudadanía ante esta situación, cuando el promedio de ingresos de la mayoría de los habitantes de Durango, por ejemplo, se sitúa entre uno y tres salarios mínimos diarios, es decir un sueldo de 80 a 240 pesos por día.

Hay mucha diferencia entre este segmento poblacional que percibe entre 2 mil 400 y 7 mil pesos mensuales, y un ingreso como el del diputado local que oscila los 80 mil mensuales, el gobernador por arriba de 90 mil más prestaciones, o los señores del Poder Judicial con ingresos de hasta 200 mil al mes.

Al empezar el año se ha convertido en deporte nacional la manifestación del rechazo al dispendio en salarios para funcionarios, gobernantes, alcaldes y magistrados, pues a nadie le resulta lógico que el aparato del Estado Mexicano nos cueste tanto a los contribuyentes.

Lo lamentable es que no llegamos a nada concreto. Se manejan por un lado los discursos de la austeridad en los tres órdenes de gobierno, y la ciudadanía lo que se entera es de dispendio, altos sueldos, prestaciones insuperables para el común de los mexicanos, entre muchos otros aspectos.

Por eso la magnitud de la crisis de México en este 2017 dependerá del cristal con que se mida... y del salario que usted perciba. ¿No cree?

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Escrito en: ComuniK2 salarios, Judicial, México, tres

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