'Operación Mochila' revela el desinterés por los hijos

¿Por qué nos oponemos a la Operación Mochila? Como padre de familia, ¿qué estamos ocultando al no dejar que se revisen las mochilas? ¿Les pasará algo a nuestros hijos si les revisan la mochila? O a la mejor tememos que les encuentren algo a nuestro hijo y quedar evidenciados de que nosotros como padres no les ponemos atención.

Por ello, el que escribe cree que la Operación Mochila es necesaria. Es más, es urgente en una sociedad donde se necesitan límites.

En una sociedad que se está descomponiendo es necesario aplicar ciertas acciones que a muchos padres de familia nos molestan.

Ya es hora de que nosotros como padres eliminemos esa creencia de que si revisan la mochila de mi hijo están violando sus derechos humanos, de que están metiéndose en la intimidad de mi hijo. Es como aquellos que dicen que si un padre de familia le da una nalgada a su hijo ya necesita terapia psicológica y lo catalogan como un padre golpeador.

Por favor, padres de familia, tenemos que reconocer que somos nosotros los que les hemos fallado a nuestros hijos y que les hemos permitido hacer lo que quieren sin ponerles límites y ahora nuestros hijos hacen lo que quieren, convirtiéndonos a nosotros en padres obedientes.

FUIMOS HIJOS OBEDIENTES

Nosotros fuimos hijos obedientes porque obedecíamos a nuestros padres, y los obedecíamos porque antes nos daban con la 'chancla' si nos portábamos mal. A toda nuestra generación de los 70 para abajo, nuestros padres aplicaban la disciplina y nunca se catalogó a esa educación como maltrato infantil.

SOMOS PADRES OBEDIENTES

Ahora nuestros hijos nos amenazan no con la 'chancla' sino con que estamos violando sus derechos humanos si no los tratamos como ellos quieren, convirtiéndonos a nosotros en padres obedientes porque de niños eso aprendimos, a obedecer y no queremos ponerles a nuestros hijos los límites que a nosotros nos pusieron nuestros padres.

Fuimos hijos obedientes y ahora somos padres obedientes y nuestros hijos hacen lo que quieran con nosotros a tal grado que no sabemos nada de ellos, ni quiénes son sus amigos, ni qué ven en las redes sociales. Ya no los obligamos a hacer deportes porque ellos prefieren quedarse sentados en los videojuegos, en la computadora o en la televisión.

Créanlo: muchos maestros están a favor de aplicar la Operación Mochila porque no se imaginan la de cosas que los mismos maestros han visto en la escuela dentro de las mochilas de sus alumnos, y cuando se les llama la atención a los estudiantes por lo que llevan a la escuela y se le cita al padre de familia, este último en vez de responder con un castigo a su hijo se va con una reprimenda contra el maestro por esculcarle al chamaco. Meten hasta a Derechos Humanos y el pobre maestro ya hasta el trabajo anda perdiendo nada más porque trató de hacer algo que le corresponde al padre de familia hacer pero como éste todo consiente al niño, pues ya se imaginará.

EL PUNTO ES…

Dejemos de hacernos... tontos. Nos horrorizamos de lo sucedido en Monterrey la semana pasada pero aquí en Durango existen varios menores que están en esa red a la que pertenecía el menor que disparó contra sus compañeros y su maestra y donde lo alentaban a hacerlo.

Esa red ya está en Durango con varios seguidores y a lo mejor su hijo es parte de ella o es compañero de alguien que sí lo es.

No nos hagamos tontos. Si nosotros no ponemos correctivos a nuestros hijos porque no sabemos cómo hacerlo, entonces permitamos que otra instancia ponga esos límites y si la Operación Mochila evita que los niños llevan a la escuela drogas, armas, u objetos con los cuales puedan hacer daño a terceros, qué bueno, porque al fin habrá alguien que revise la mochila de nuestros hijos, porque nosotros como padres no podemos o no nos atrevemos a hacerlo.

No les va a pasar nada a los niños o adolescentes si revisan sus mochilas.

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