Expresa Brasil preocupación ante proteccionismo de Estados Unidos
Brasil manifestó hoy su “preocupación” por el giro proteccionista adoptado por el nuevo presidente estadounidense Donald Trump y su impacto en el comercio bilateral, y anunció que reforzará su alianza con otros países.
Existe preocupación, ya que cuando hay mayor apertura de parte de Brasil y de Argentina para un acuerdo de libre comercio en el marco del Mercosur y negociar con el mundo “la mayor economía del planeta se está cerrando”, aseveró el ministro de Industria y Comercio Exterior, Marcos Pereira.
En una de las primeras reacciones del gobierno brasileño a las medidas anunciadas por Trump en materia comercial, entre ellas la salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), Pereira indicó que Brasil buscará pactos comerciales con Canadá o con bloques como la Unión Europea.
“Entendemos que podemos usar esas medidas de proteccionismo del gobierno estadounidense como una oportunidad. Avanzar con otros países en nuevos acuerdos”, dijo el funcionario.
El ministro de Industria y Comercio Exterior se refirió a la posibilidad de que las exportaciones agrícolas brasileñas puedan ocupar el espacio eventualmente dejado por las de Estados Unidos.
Sin embargo, destacó que “Brasil no está en el foco del presidente estadounidense”, en referencia a que Trump no ha señalado por el momento ningún sector concreto en el que los dos países compitan directamente.
El nuevo mandatario de Estados Unidos ha asegurado que hará todo lo posible para beneficiar a las empresas estadounidenses y para que la producción de manufacturas vuelva al país, bajo la amenaza de imponer elevados aranceles de importación.
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil, después de China, y en 2016 el 12.5 por ciento de las exportaciones brasileñas tuvo como destino el país norteamericano.
Brasil tuvo un déficit de 646 millones de dólares en la balanza de 2016, cuando aumentaron las manufacturas brasileñas con destino a Estados Unidos, entre ellas los aviones y componentes de la brasileña Embraer, que casi alcanzaron los tres mil millones de dólares el año pasado.