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Frenar al Peje o sumarse a él, ¿qué es mejor?

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Frenar al Peje o sumarse a él, ¿qué es mejor?

Frenar al Peje o sumarse a él, ¿qué es mejor?

IVÁN SOTO HERNÁNDEZ

Ante el desplome estrepitoso que viven el PRI y la imagen del Presidente Enrique Peña Nieto, con el país sumido en una crisis económica, política y social, y después de haber probado dos sexenios de alternancia con gobiernos panistas que no ofrecieron ningún cambio significativo al país, parece que la tercera será la vencida para AMLO.

En lo personal fui un fiel creyente de que Andrés Manuel López Obrador era -y quizá sigue siendo- un peligro para México, como lo hicieron ver los estrategas del entonces candidato panista Felipe Calderón Hinojosa en 2006, apoyados por la evidente alianza con los poderes de facto y con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Sin embargo, después de ver el deterioro del país, el coraje de la mayoría de los mexicanos hacia su Presidente, y la interminable lista de errores que el priismo ha cometido desde su regreso a Los Pinos en 2012, empiezo a creer que no es descabellada la opción de López Obrador, y menos al tener enfrente a Donald Trump, quien parece que requiere un vecino más incómodo del que es hoy Peña Nieto.

¿O acaso nos podría ir peor todavía? Puede ser, pero lo dudo. O al menos confiaría que no será así. Porque el PRI tardó 12 años para que la gente le regresara la confianza de dirigir los destinos del país, y sinceramente después del pobre papel de Peña y de casi todos sus colaboradores, veo difícil que los ciudadanos vuelvan a darle su voto a cualquiera de los posibles aspirantes presidenciales priistas que hasta ahorita se mencionan.

Es más, me atrevo a decir que en el caso de Durango, por citar un ejemplo, sería tarea indeseable para los políticos locales con intenciones de seguir vigentes y con ganas de cuidar su imagen, el que quieran ir a pedir el voto por un nuevo prospecto para la Presidencia de la República en el 2018, a sabiendas de que la sociedad lo menos que hará será reprocharles todas las promesas en cara y refrescarles la memoria por tantos errores cometidos.

Hoy empiezan a surgir comentarios sobre gente que tiene filiación con el PRI de Durango que estaría haciendo camino pensando en incorporarse a las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido que fundó y del cual prácticamente es dueño Andrés Manuel.

Y lo más seguro es que no esté tan descabellado lo que tanto se rumora, pues si han empezado a surgir trascendidos y versiones sobre esta migración de priistas hacia Morena, es por algo, pues como dicen: cuando el río suena es porque agua lleva, y aquí lo que es un hecho es que al perder el poder de Los Pinos en 2018 los priistas de Durango se podrían quedar marginados de los espacios de poder por mucho tiempo.

Tranquilamente es toda una generación de militantes y líderes del PRI que se quedarían huérfanos de vitrina dónde lucir, crecer o cuando menos sobrevivir política y económicamente, pues si bien el sexenio de José Aispuro Torres irá reclutando a uno que otro que le pueda ser útil, la mayoría de los cuadros que llegaron a tener espacios antes ahora están etiquetados con el pasado, y las fobias en ese rumbo son tan grandes que en ocasiones rallan en lo irracional.

Así que no es de extrañar que en las redes sociales algunos priistas que llegaron a cargos importantes como líderes de algún sector o alguna estructura del partido, regidores o diputados, se manifiesten tan fuerte en contra de Peña Nieto y hagan promoción de AMLO como la mejor opción para las próximas elecciones.

No se sorprenda. Dudo que estas expresiones sean producto de decisiones personales, o que sean "arranques de loquera" que de repente se les pudieran estar ocurriendo a estas personas. No va por ahí. Se dice que desde la capital del país hay una fuerte corriente del priismo de sepa que ve al peñismo cómo somete al PRI a un tobogán y sin dejarse ayudar al menos para que la caída sea menos dolorosa.

Más bien suena a una estrategia de ir sembrando gente en la corriente lopezobradorista de cara al 2018, pues para muchos lo peor después de ver perder al PRI el poder de Los Pinos sería volver a apoyar al PAN para que éste gane, pues su deterioro también es muy alto al haber sido comparsa ambos en decisiones que han calado mucho al bolsillo mexicano, como las reformas fiscal y energética.

Así que, ante un escenario tan desolador como el que ya se vive y que seguro se agudizará de aquí al 2018, todo parece indicar que muchos prefieren ahora ayudar al que antes fue "un gran peligro para México", a fin de que sea la mejor opción, o la menos peor, ante la inminente derrota del tricolor y la gris oferta política que trae Acción Nacional también.

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Escrito en: ComuniK2 pues, priistas, Peña, después

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