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Trump y su muro

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OMAR ORTEGA SORIA

Los mexicanos por fin tenemos una causa que nos une y que le favorece al Gobierno de Peña Nieto, siempre y cuando sepa aprovecharlo. Las amenazas de Trump hacia nuestro país son graves, sin embargo, en el concierto internacional tiene múltiples interpretaciones, primero hay que estar conscientes que vivimos en una época en donde las principales potencias consolidadas está siendo cada vez más proteccionistas y nacionalistas, mientras que por el otro lado, las potencias en desarrollo siguen luchando por obtener las bondades y privilegios de la globalización y el libre comercio.

El debate académico fue ganado por los que defienden esta última postura, sin embargo, en el grueso de la población trabajadora y no tan educada, ven que las políticas proteccionistas son la solución a los problemas de desempleo e inseguridad que enfrentan. La llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos marca el fin, o por lo menos un receso, a una época de libre comercio.

Como país es urgente que tengamos presentes las ventajas competitivas que tenemos, como ser la onceava economía mundial y líder en las exportaciones de aguacate, limón, tequila, cerveza y pantallas planas. Tenemos 12 tratados de libre comercio que involucran a 46 países, sin embargo, también es cierto que la mayoría de nuestras exportaciones, casi el 80%, van a Estados Unidos.

Me parecen acertadas las prioridades y principios que fijó el Gobierno Federal a inicios de esta semana: el respeto a los derechos humanos de los migrantes mexicanos, incluyendo lo que podría pasar en caso de una repatriación masivas, pero sobre todo, reconozco el anuncio de la defensa del libre flujo de remesas, a la vez que deja en claro que México no compite en el mundo con empleos de baja calidad, ni con mano de obra barata. También hay que señalar que no todo se trata de comercio, y que en caso de una renegociación, esta tendría que ser más integral, incluyendo por supuesto la migración y los temas de seguridad como el tráfico ilegal de drogas, armas y efectivo.

Una vez que es un hecho el inicio de construcción del muro, tenemos que tomar en cuenta que el muro o valla ya existe en una parte de la frontera, su construcción tendría un impacto ecológico y ambiental, además de que Estados Unidos tiene el legítimo derecho a realizarlo. Sin embargo, el problema es que nuestro país lo pague, si no directamente, si a través de impuestos a las remesas, con el aumento del costo de visas o trámites migratorios o incluso reteniendo salarios de trabajadores mexicanos.

Desde el ámbito legislativo, hasta el momento y en su gran mayoría, se ha visto la unidad y respaldo al Presidente, sin embargo, lo interesante tendrá lugar cuando en caso de alguna renegociación del TLCAN, este tendrá que pasar obligatoriamente por el Senado, siendo esta la instancia facultada para aprobar todo lo relativo con la política exterior. Por el momento, será turno que los legisladores refuercen su trabajo para hacer de nuestro país un lugar más competitivo y que atraiga más inversiones, por ejemplo, haciendo más fuerte el Estado de Derecho y combatiendo la corrupción.

Los legisladores, al mismo tiempo, tendrán que convertirse en vigilantes durante el transcurso de toda la negociación, a la vez que se convierten en voz de los migrantes mexicanos que se encuentran en Estados Unidos. Por último, los propios legisladores tendrán que ser agentes promotores de nuestros intereses nacionales por todo el mundo y aprovechar las figuras tan en desuso de diplomacia parlamentaria. Sin lugar a dudas, cada vez son tiempos más interesantes.

Twitter: @omarortegasoria

Escrito en: Pulso Legislativo embargo,, país, Estados, libre

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