Mantiene todas las opciones sobre Irán
Estados Unidos mantiene todas las opciones en la mesa para confrontar a Irán por el reinicio de pruebas con misiles balísticos, dijo hoy el vicepresidente Mike Pence, dejando en claro que su gobierno no tolerará lo que calificó como acción hostil.
"Como dijo el presidente esta semana, todas las opciones están sobre la mesa y los iraníes harían bien en mirar al calendario y reconocer que tenemos un nuevo presidente en la oficina oval", dijo Pence en entrevista con la televisora Fox.
Sin embargo, Pence evitó precisar si la advertencia hecha por la administración Trump la semana pasada a través del Consejero de Seguridad Nacional, Michael Flyn, constituye el establecimiento de una "línea roja" que el régimen de Teherán no debe cruzar.
El vicepresidente hizo eco de las palabras de Flynt en el sentido de que el acuerdo nuclear alcanzado entre Irán y las principales potencias del mundo, incluyendo Estados Unidos, en 2015 debió ser suficiente para que Teherán modificara su conducta.
"En lugar de ello lo que hemos visto es que alardean ante la resolución del Consejo de Seguridad que prohibe pruebas con misiles balísticos, o armando a los rebeldes Hutis en Yemen. Lo que estamos viendo es una acción hostil, beligerante. No vamos a tolerar más esto", asentó.
La administración Trump lanzó el pasado miércoles una advertencia a Irán por la prueba con un misil balístico por considerarla una amenaza para sus aliados y amigos en la región y una violación a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Flynt fustigó entonces el acuerdo nuclear, acusó a la administración Obama de haber sido "débil e inefectiva" frente a Irán y anunció que el gobierno de Trump había puesto oficialmente a Teherán sobre aviso.
Dos días de ese salvo la administración Trump impuso una serie de nuevas sanciones contra Irán - en respuesta a la prueba con un misil balístico- y dirigidas contra 25 individuos y entidades identificadas como parte del programa balístico iraní.
El Departamento del Tesoro dijo que las sanciones son "plenamente compatibles" con los compromisos adquiridos por Estados Unidos en el marco del acuerdo nuclear conocido como Plan de Acción Conjunto.
Bajo el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las cinco naciones que integraron el grupo P5+1, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, Teherán no está impedido para llevar a cabo pruebas con el misiles de mediano alcance, que no tienen capacidad para llevar una carga nuclear como los de largo alcance.