La emoción del béisbol
Hola, compañeros y amigos de este hermoso mundo de las cuatro bases.
Es un placer estar con ustedes esta semana, la cual estuvo llena de emociones y en lo personal tristeza al final de la Serie del Caribe.
PRIMER LANZAMIENTO
Que gran aprendizaje observar la pelota profesional del nivel del Caribe, en donde cada uno de los peloteros se entrega por el amor a su camiseta.
Se pudieron observar estupendas jugadas, tanto a la defensiva, como excelentes turnos al bat.
Uno de los mejores turnos que vi en la serie fue el de Sebastián Valle ante Venezuela.
La paciencia los llevó a la cuenta llena con casa llena en la parte baja de la novena entrada.
Un verdadero ejemplo de tranquilidad y producción a la hora buena.
¿Cuántos de nosotros nos vamos a la primera pitchada en momentos como ese?
BATAZO DE HIT
Uno de los personajes que hizo al equipo de México ganador, y de mucha falta en la final fue Sergio Romo.
Tal vez se pregunté el porqué menciono esto sino vio acción en muchos juegos.
Me encontré una transmisión por youtube, en donde estaba la cámara 360 y ahí pude observar la actitud de Sergio Romo en el banquillo de México.
En todo el partido no paró de bailar, impulsar y bromear con sus compañeros, siempre intentando mantener concentrados y disfrutando el juego a sus compañeros.
Situación que faltó en la gran final, en donde se podía apreciar la tensión en el rostro de cada uno de los peloteros mexicanos.
BATAZO DE FOUL
El mal corrido de bases y manejo del librito pudo ser la clave de la derrota de México, pero esa es mi percepción ya que cada uno de los que vimos el juego somos manager con ideas diferentes.
Hasta los que critican el béisbol y dicen que es un deporte aburrido opinaron de la Serie del Caribe.
Precisamente en el escenario de los Tomateros de Culiacán se dio cita la directiva de Generales de Durango, a quienes imagino que fueron en plan de contratación, ya que muchos especulan en las redes sociales, solo incrementando la incertidumbre en lugar de apoyar, así que invito a todo Durango a sumar las buenas vibras para que este sueño se cumpla. Quedamos en tres y dos.