Contra Trump y contra el sistema político
El día de ayer se realizaron en varias ciudades del país marchas que tuvieron como motor mostrar una postura digna ante lo que muchas organizaciones de la sociedad civil consideraron como embates del Presidente Trump contra nuestro país. La marcha con mayor convocatoria se llevó a cabo en la Ciudad de México con un número estimado en cerca de 20,000 asistentes, que también demostraron su rechazo al Presidente Peña Nieto en mantas y consignas.
Ante los momentos complicados que vivimos como nación, la sociedad civil, aún en números que se pueden considerar pequeños, salió a la calle a exigir respeto ante lo que considera un trato ofensivo y humillante por parte del nuevo Presidente de los Estados Unidos y al mismo tiempo reclamando a nuestro Presidente que su gobierno ponga de su parte para acabar con los males que nos aquejan y que no nos dejan avanzar como nación.
La amenaza que significan las acciones de Trump nos da la oportunidad de cambiar las características que damos por sentadas en nuestro sistema político, principalmente la corrupción y la impunidad de las élites políticas, con todos los vicios e ineficiencias que le generan al funcionamiento del gobierno.
Tal vez el único beneficio para México de las posiciones irracionales y divisivas del Presidente Trump es que pueda generar un cambio interno mediante la modificación de las reglas con que opera la clase política de nuestro país.
Las amenazas de Trump pueden servirle a la clase política para verse en el espejo y trazar una ruta crítica de reformas que pueda ayudar a erradicar muchos de los vicios que tenemos en nuestro sistema político y ofrecerle a la ciudadanía un mejor ejercicio de gobierno, más transparente y con mayor sentido social.
Las marchas del día de ayer mostraron la dignidad de muchos mexicanos ante lo que consideran son amenazas de un Presidente de los Estados Unidos que quiere hacer de nuestro país el culpable de todos los problemas que les aquejan.
Sin embargo, de acuerdo a lo que se observó y escuchó en la marcha de la Ciudad de México, nuestro gobierno también debería de tomar nota de que estas manifestaciones muestran el rechazo de la población a la clase política de nuestro país y sus costumbres más arraigadas: la corrupción y la impunidad con que operan desde hace muchas décadas, sin que la alternancia o el sistema de partidos las haya erradicado.
Twitter: @jesusmenav