Rosberg no se opondría si sus hijos quisieran ser pilotos de F1

El alemán Nico Rosberg, que el año pasado ganó el Mundial de Fórmula Uno, cinco días antes de anunciar su retirada, indicó a Efe este lunes en Mónaco que si en el futuro alguno de sus hijos decidiese ser piloto, él "no" se "cruzaría en su camino", porque lo importante es "que hagan lo que quieran".

Rosberg efectuó estas declaraciones hoy en Mónaco -en el transcurso de una rueda de prensa, en el marco de los Premios Laureus- si, al ser asimismo hijo de campeón (Keke Rosberg ganó el Mundial de 1982) le gustaría que sus hijos también se dedicaran a la Fórmula Uno, a pesar de que daba la impresión de que él mismo acabó algo harto de competir.

"No creo que la expresión 'estar no es correcta. Mi experiencia en la Fórmula Uno fue maravillosa", indicó Rosberg, nacido hace 31 años en Wiesbaden y que opta al galardón de Revelación del Año' en los Premios que entregará la Academia Laureus este martes en su Gala anual, que tendrá lugar en Montecarlo.

Rosberg es, de momento, padre de una hija de año y medio, a la que bautizó Alaia, "un nombre vasco que significa 'la alegre'" como él mismo explicó en la redes sociales.

"Lo más importante para el futuro de mis hijos, como yo lo entiendo, es dejarles encontrar su propio camino y no cruzarte en él. Si alguno de mis hijos quiere dedicarse al automovilismo le diría que OK, que de acuerdo", respondió a Efe Rosberg.

El alemán indicó asimismo que, desde que anunció su retirada, la de tener libertad "es una gran sensación" y explicó que para él estar nominado al Premio Laureus a la Revelación del Año "es un gran honor".

"Es el mayor premio deportivo que se concede. Y la lista de galardonados es realmente increíble. Para mí es un gran honor. A ver qué pasa mañana", indicó Nico, que apuntó asimismo que "está muy bien que la Gala de los Laureus sea aquí".

"Vivo a unos cincuenta metros de donde se van a entregar los Premios", añadió el último campeón mundial de Fórmula Uno este lunes en Mónaco.