Los exgobernadores y la elección del PRI

El delegado del Partido Revolucionario Institucional en Durango, Daniel Amador Gaxiola, anunció que a finales de este mes será publicada la convocatoria para renovar la dirigencia estatal del organismo.

El camino a la renovación no ha sido precisamente corto, pues entre amagos por convocar a elección interna y suspensiones recurrentes (todo siempre de manera extraoficial), hubo quienes se adelantaron demasiado... y otros que iniciaron tarde su promoción, si bien legal y formalmente, el tiempo para ello ni siquiera ha iniciado.

Sin embargo la etapa previa al lanzamiento, ha servido para acotar significativamente el número de aspirantes. El mayor activismo público, de hecho, se limita ya a tres personas, con esporádicas reacciones de un cuarto y hasta quinto sujetos que muestran ganas.

Los de mayor protagonismo han sido el diputado Luis Enrique Benítez y el excandidato a alcalde (a principios de los 90') Jorge Clemente Mojica Vargas. La mayoría firma que de ellos dos saldrá el nuevo patriarca local del PRI. Detrás de ellos, a juzgar por la presencia mediática y territorial, está Arturo Yáñez Cuéllar; mientras que otros como Héctor Vela Valenzuela, Rosauro Meza Sifuentes y Jorge Iván Domínguez, optaron por otro tipo de operación, menos visible.

Sin embargo hay dos ausencias prolongadas que llaman la atención, y que serán -en la ausencia y la presencia- las que definan buena parte de la elección.

¿Cuál será la influencia de los más recientes exgobernadores en esta contienda interna?

Para sorpresa local, quizá ni Ismael Hernández Deras ni Jorge Herrera Caldera participen en la disputa, por motivos claramente distintos.

Primero: el nombramiento recibido por Ismael Hernández Deras, a quien aparentemente le entregaron la más imposible de las misiones en el Partido Revolucionario Institucional, no le permite distraer un solo día su mirada hacia Durango.

Como delegado del organismo en el Estado de México, un estado en el que aun sin candidatos definidos ya muchos ven perdido para el tricolor, Hernández Deras aceptó uno de los mayores retos de su carrera política.

"De lo perdido, lo recuperado", podría ser la encomienda al exgobernador, que si cumple o supera expectativas, podría enlistarse como candidato a dirigir el partido a nivel nacional. O a coordinar algo, en el primer grado jerárquico, en la campaña presidencial del que decida su partido en 2018.

En en el caso de Jorge Herrera Caldera, su ausencia local es preocupante para los que aún le ven como líder. Y es que aunque podría pensarse que opera desde lo privado, algunos de sus cercanos confirman que su actividad política se redujo de forma alarmante.

Estaría, más que nada, reacomodando sus intereses personales y empresariales, inevitablemente descuidados durante los seis años que trabajó como Gobernador del Estado. ¿Tiene interés en la elección interna? Quizá, pero tal vez no intención de intervenir de lleno.

Tal situación dejaría la lucha entre dos grupos, no necesariamente unidos en torno a un líder.

En el caso de Mojica Vargas, es más que lógico el respaldo que tiene de la alcaldesa de Gómez Palacio, cuyo interés personal es la construcción -a través suyo- de la candidatura estatal en 2022; mientras que Benítez (o cualquier otro que ascendiera de último momento) atendería al resto de los grupos, esos que tienen base en la capital del estado.

Aunque el que tendría ventaja a favor por parte de los exgobernadores es Benítez, la ausencia de ambos emparejaría un terreno ya de por sí sinuoso para evitar la llegada de un "lagunero" (Mojica atiende intereses de allá, siendo capitalino), tendrá que quitar de su estrategia prioritaria dicho factor, que bien podría eliminarse de la que, por ese motivo, sería una elección sui géneris.

DE REOJO

Tras la entrega pasada de A simple vista, titulada "¿Quién se cree usted, Termi?", en la que se relataron algunas de las irregularidades académicas del líder estudiantil del Instituto Tecnológico de Durango -quien terminará su retícula en 18 semestres- este reaccionó acusando al que esto escribe de haber recibido un pago a cambio de lo que consideró "un ataque" en su contra.

Algunos de sus cercanos, no solo descalificaron el texto, sino que insultaron en reiteradas ocasiones a este servidor, usando incluso palabras altisonantes.

Sin embargo hubo un detalle preocupante: tras la serie de críticas recibidas por el "Termi", por parte de ciudadanos al que este redactor, por cierto, no les pagó un solo peso por reclamar su conducta y trayectoria, un grupo de "troles" se activaron en redes sociales para emitir ataques más subidos de tono en redes sociales, incluso involucrando relaciones estrictamente familiares.

Ese grupo de troles se activa de manera regular contra periodistas, políticos y cuidadanos que tocan fibras sensibles de alguien relevante socialmente. El Termi, en tal sentido, no tiene el valor suficiente como para que ese grupo de choque reaccionara. Entonces, ¿quién está detrás suyo? El tiempo lo dirá.

Twitter: @luizork