Se aman una vez más

Amanda Miguel y Diego Verdaguer se encargaron de hacer felices a tres mil 700 laguneros (Cifra oficial) en el Coliseo Centenario y además el argentino les enseñó que no hay que llorar por amor, ya que éste "como viene se marcha".

Tras varios años de ausencia en La Laguna de Coahuila, Amanda y Diego volvieron triunfantes e hicieron un repaso musical de sus 36 y 47 años de carrera, respectivamente que cautivó a todos los asistentes.

Las puertas del recinto se abrieron desde las 19:00 horas. Poco a poco, hombres y mujeres ocupaban sus butacas; mientras esperaban a sus ídolos comían botanas o bebían refrescos, cervezas así como otras bebidas alcohólicas.

En el área Chilchota VIP se encontraba la señora Lucía Susana Sánchez, ferviente admiradora de Diego. Ella llevaba en sus manos el vinilo de la producción El secreto callado que el cantante dio a conocer por allá de 1979.

"Me traje este disco para ver si de casualidad me lo firmaba Diego, sería un honor ojalá y pueda hacerlo. El es mi cantante favorito, crecí con su música, la última vez que lo ví fue en julio de 2015 en el palenque de la Feria de Gómez Palacio", comentó a El Siglo de Torreón.

De Gómez Palacio se dio cita en el Coliseo la joven Imelda Salas, quien expresó que le gusta Amanda porque, "su manera de interpretar es única, su voz es especial y lleva una carrera intachable", refirió.

Al dar las 9:50 de la noche, Amanda irrumpió en el escenario con un elegante vestido rojo. Acompañada de cuatro bailarinas encendió los ánimos de los asistentes con Las pequeñas cosas y Ámame una vez más.

"Bienvenidos, qué bonito lugar, hace mucho que no los visitaba, ya perdí la cuenta. Muchas gracias por estar aquí, gracias por habernos invitado", exclamó entusiasmada Amanda.

Tras entregar Como un títere y A mi amiga, Amanda Miguel cedió la batuta a su esposo que fue recibido de pie por los espectadores.

Con un smoking negro, el nacido un 26 de abril interpretó las rolas La ladrona, Nena, Volverás y El pasadiscos. Mientras las cantaba se movía de un lado a otro, provocando furor entre ciertas señoras que gritaban con insistencia, "Diego, Diego".

"Buenas noches Torreón, qué bueno que vinieron si ustedes no llegaban no había fiesta, así que con ustedes comenzó la fiesta", pronunció Diego.

Luciendo su singular "melena" rizada, Amanda Miguel retornó con el público. Esta vez cimbró el Coliseo con Castillos, Vaya pedazo de rey, Hagamos un trato, El pecado y Dudas.

Los cantantes manifestaron su amor por México rindiendo un tributo a esta nación con temas de corte ranchero. El mariachi local Juvenil mi Tierra fue el que los acompañó.

Él cantó Pídeme, Te voy a demandar, No se quién de los dos será y Voy a conquistarte. Ella: La escalera y Esclavo y Amo.

El sonido pop volvió al recinto.

Amanda Miguel y Diego Verdaguer cerraron con broche de oro su recital con sus más grandes éxitos, entre ellos El me mintió y Volveré.

Velada inolvidable

Al show acudieron laguneros de todas las edades:

Ocho músicos, cuatro bailarinas y dos coristas fueron los cómplices de los cantantes anoche.

Tras cantar Castillos, Amanda dijo que había cantado como a ella le gusta por fallas en el sonido, problema que enseguida se resolvió.

Antes de cantar en el Coliseo, los artistas recibieron en exclusiva a El Siglo de Torreón y posaron con las entrevistas telefónicas que habían ofrecido con anterioridad.

Diego recordó al fallecido Joan Sebastián antes de entonar Te voy a demandar.

Tres pantallas conformaron la producción del espectáculo.

El momento más romántico de la velada tuvo lugar cuando Amanda y Diego cantaron juntos el tema El destino.