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Once años después, pero se 'chingaron al Estado'

La Raya del Tigre

Once años después, pero se 'chingaron al Estado'

Once años después, pero se 'chingaron al Estado'

RUBÉN CÁRDENAS

"Ser pobre, mujer e indígena no es motivo de vergüenza", afirmó la hija de una de las tres mujeres indígenas acusadas injustamente de vender drogas y secuestrar a seis agentes armados de la desaparecida Agencia Federal de Investigación en el 2006, señalamientos que, absurdos como son, las mantuvieron poco más de tres años de prisión.

A Teresa González Cornelio, Jacinta Francisco Marcial y Alberta Alcántara Juan nunca las defendió la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, menos la Comisión Nacional de Derechos Humanos; su caso fue atendido por abogados de la organización no gubernamental "Miguel Agustín Pro". Las tres tienen un testimonio de trabajo y esfuerzo, no un pasado criminal: Jacinta vende nieve, junto con su esposo, mientras que Teresa y Alberta producen jitomate en sus invernaderos y bordan muñecas artesanales.

Todo inició el 26 de marzo del 2006, cuando pobladores de Santiago Mezquititlán, municipio de Amenealco, Estado de México, protestaban por abusos de agentes federales armados de la extinta AFI, de la PGR, que llegaron a extorsionarlos al tianguis donde tenían sus puestos. Entre los que no se dejaron extorsionar estaban ellas tres. Defenderse fue, pues, su único delito.

A manera de represalia, tres meses más tarde, las tres mujeres fueron acusadas de secuestro y venta de drogas y puestas en prisión. Jacinta, la mayor de ellas, casi no habla español y poco pudo alegar en su favor. Alberta fue detenida en su puesto de trabajo y Teresa en su casa, bajo el ardid de que irían a declarar y regresarían, pero las dejaron detenidas.

A los dos años, en diciembre del 2008, un juez les dictó sentencia por 21 años de prisión, nada menos. En septiembre del 2009, Jacinta quedó en libertad "no por ser inocente, sino porque no encontraron pruebas para inculparla", según argumentó la PGR.

En tanto, a Teresa y Alberta se les ratificó la sentencia de 21 años, a pesar de que la acusación era insostenible y de la presión política de un grupo de legisladores de oposición. Hasta entonces la Suprema Corte de Justicia aceptó analizar la apelación hecha por Alberta y Teresa, cuya hija Jazmin, por cierto, nació en la cárcel.

Al final, por unanimidad, los ministros de la Corte ordenaron la inmediata libertad de ambas, al encontrar serias irregularidades en el proceso en su contra. Ya fuera de prisión, las tres afectadas iniciaron una batalla legal. Hoy, luego de casi once años, las instituciones que las agraviaron tuvieron que reconocer, aunque no por voluntad, que las mujeres nunca fueron culpables. La sentencia que obtuvieron obligó a la PGR a pedirles disculpas públicamente.

Por ello, como dijo la hija de Jacinta en la propia PGR: Quedó demostrado hoy que ser mujer, indígena y pobre no es motivo de vergüenza. Vergüenza es de quien debe garantizar los derechos humanos de la gente y no lo hacen. Hoy nos chingamos al Estado. Hasta que la dignidad se haga costumbre, sostuvo.

Quedó demostrado también que la justicia mexicana actúa, pero en contra, cuando los presuntos responsables son indígenas, pobres e ignorantes, a quienes les parece fácil fabricarles delitos. Y hemos visto, en cambio, que difícilmente pagarán sus culpas en la cárcel los Duartes, Borges o los Yarrington; los Medinas, Moreiras, Romeros Deschamps y tantos otros que siguen disfrutando de lo que ellos no ganaron con su esfuerzo. Este martes último fue, en esencia, el día en que una voz les recordó sus debilidades a las instituciones encargadas de la justicia y les demostró que no siempre el débil pierde. Hasta que la dignidad se haga costumbre en este país.

COLMILLOS Y GARRAS

ESTUVO AYER EN Durango el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid Hurtado, quien tomó protesta al Consejo Consultivo Estatal del Turismo, conformado por los titulares de varias secretarías del gabinete estatal y líderes de organizaciones de la sociedad civil, quienes se comprometieron a fomentar esa decaída actividad en Durango... DE LLAMAR LA atención resultó el hecho de que todos juraron trabajar por el turismo local, pero algunos de ellos ni saludan al titular de turismo estatal, lo cual contrasta con el compromiso adquirido. Lo peor del caso es que él, lejos propiciar un acercamiento con los inconformes, al parecer se aleja más de otros actores del ramo... FINALMENTE NO HUBO acuerdo entre los aspirantes a renovar la mesa directiva de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Durango y, por lo tanto, este viernes habrá un segundo proceso electoral, lo que equivale a una segunda vuelta, entre Oscar Iván Orozco y Miguel Ángel Mojica.

Twitter @rubencardenas10

Escrito en: LA RAYA DEL TIGRE tres, Alberta, Jacinta, Teresa

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