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¿Nos chingamos al Estado?

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¿Nos chingamos al Estado?

¿Nos chingamos al Estado?

JORGE PÉREZ ARELLANO

Si usted, como yo, escuchó la declaración dela hija de Jacinta, una de las tres mujeres indígenas acusadas, juzgadas y sentenciadas injustamente por el secuestro de seis policías en 2006, tras recibir las disculpas públicas de la PGR a más de diez años de distancia, seguramente también sintió empatía, emoción y por supuesto coraje.

"No estamos contentas, pero hoy nos chingamos al Estado y no nos queda más que solidarizarnos con otras víctimas", dijo la hija de una de esas mujeres a quien la Procuraduría General de la República (PGR) le arruinó la vida al fabricarle un falso expediente.

"Nos chingamos al Estado", lo dijo tajante. Y en ese momento eran entendibles sus palabras. Para ella, para su familia, para los millones de indígenas y mexicanos que han pisado una prisión injustamente por falta de dinero o de conocimiento.

La disculpa pública de la PGR fue un avance, pero desde luego que no es -ni será- suficiente. Ese tiempo, ese daño, es irreversible para ellas, para muchos más. Y es aquí cuando nos tenemos que preguntar: ¿realmente nos chingamos al Estado?

Porque sí, la PGR sentó un precedente con la disculpa, pero... ¿cuántas disculpas más necesitaría la Procuraduría para quedar a mano? No le alcanzaría el tiempo, ni los discursos, ni los eventos para hacerlo. ¿Nos chingamos al Estado? Claro que no.

Y no es ser negativo, pero "chingarse al Estado" representaría que Jesús Murillo Karam estuviera detenido y purgando una cadena perpetua por mentirnos con su "verdad histórica" sobre aquella trágica noche en Iguala donde 43 jóvenes desaparecieron y seguimos sin saber dónde están.

"Chingarse al Estado" sería que ex gobernadores como Javier Duarte o Humberto Moreira (solo por citar dos ejemplos) estuvieran en prisión y sus estados ya hubieran podido resarcir el daño económico que provocaron.

"Chingarse al Estado" sería que personajes como Ricardo Anaya o Enrique Ochoa (por citar otros dos ejemplos) fueran investigados a fondo para aclarar sus cuentas, recursos y sus bienes, porque las cuentas no nos cuadran con su forma de vivir.

"Chingarse al Estado" sería dejar de mantener, de una vez por todas, a los partidos políticos y lograr quitarles para siempre el financiamiento, con el que solamente alentamos que sigan sobreviviendo sin trabajar miles de parásitos que se autodenominan "políticos".

"Chingarse al Estado" sería haber iniciado un juicio político contra Enrique Peña Nieto, Vicente Fox, Felipe Calderón o Salinas de Gortari para obligarlos a explicar tantos y tantos escándalos de corrupción que se ventilado durante y después de sus sexenios.

Y así podemos seguir, con una interminable lista de lo que debería significar la expresión que tanto anhelamos decir millones de mexicanos: ¡Nos chingamos al Estado!, pero, aún estamos muy lejos de poder cantar victoria. Ojalá en algunos años podamos decir que "todo empezó" con la disculpa pública de la PGR... ¿o usted qué opina?

Twitter: @jperezarellano

Escrito en: Sin Restricciones chingamos, Estado", sería, disculpa

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