Durango: su cielo y su gente

La Sauceda es parte del municipio de Canatlán; fue fundada el 5 de marzo de 1596 por el padre Fray Jerónimo Ramírez de la orden de los jesuitas como Misión de la Sauceda.

Considerada la puerta de entrada de la región tepehuana y como el punto de partida hacia las misiones de Santiago Papasquiaro y Santa Catarina de Tepehuanes.

La Sauceda es un lugar sorprendente; llamada así por su gran cantidad de sauces (árboles frondosos y grandes), cuenta con una interesante historia para el estado.

La hacienda es un importante inmueble que fue administrado por don Tomás Morales Contreras de 1930 a 1960; después los propietarios, al terminarse la actividad de la misma, decidieron vender sus tierras y actualmente quien la cuida es el señor Ramón Morales Rodríguez, aunque cabe mencionar que está en ruinas y al parecer con un proyecto para su rescate.

El templo de San Gerónimo da realce al pueblo. La fiesta patronal la celebran el 30 de septiembre y el primer viernes del mes de marzo organizan la fiesta al Divino Pastor, donde todas las familias se unen para hacer una gran verbena.

La gente de La Sauceda es muy amable y trabajadora. Cuando estaba la hacienda, las familias se dedicaban a la siembra de trigo, maíz, frijol y papa. Actualmente también se dedican a la agricultura pero en menos cantidad pues algunas familias decidieron emigrar a Estados Unidos.

Para llegar a La Sauceda, son aproximadamente 70 kilómetros por la carretera a Parral hasta llegar a la Granja y toman la desviación al municipio de Canatlán.