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Arte y educación (deshumanizado) segunda parte

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Arte y educación (deshumanizado) segunda parte

Arte y educación (deshumanizado) segunda parte

CARLOS CÁRDENAS

El volver a incluir las materias que desarrollan las habilidades artísticas como asignaturas obligatorias en la educación básica representaría un valioso instrumento para el rescate de la formación humanista en los individuos, lo anterior no supone que debamos ser todos artistas, de hecho, está comprobado que la vocación artística presenta una disposición muy específica, con señales muy claras, sin embargo, el ejercicio de la facultad creativa está implícita en cada ser humano y nos proporciona una conciencia de nuestra naturaleza y de las posibilidades de nuestra inteligencia, nos acerca a la comprensión del mundo en sus diferentes aspectos y nos capacita para transformarlo y, en todo caso, mejorarlo.

La Grecia antigua establece un concepto de belleza basado en la armonía y proporción entre las partes de un todo. La proporción, como tal, se aplica a todas las experiencias sensibles y, de manera muy particular, aquellas captadas por los sentidos de la vista y el oído.

En el momento que la persona descubre este carácter propio de la naturaleza y su posibilidad de reproducirla, se comprende que existe un orden preestablecido para la estructura del mundo.

Adicional a lo anterior, se encuentra la alteración o combinación de las reglas de la proporción para generar realidades personalizadas, novedosas y sorprendentes que terminan por impactar a quien las contempla, así como al mismo autor.

Cuando el arte alcanza un nivel considerable emerge su valor simbólico y evocativo que se desarrolla paralelamente a la subjetividad de cada individuo, se experimenta una realidad que se aleja de la preocupación práctica y se orienta al tránsito libre de las ideas, en la búsqueda de conceptos trascendentes o que buscan superar, al menos, en apariencia, la realidad cotidiana.

De este ejercicio han nacido visiones del mundo tan influyentes y transformadoras que en ocasiones resultan más elocuentes como herramientas para el acceso al conocimiento.

Leonardo da Vinci como paradigma de lo anterior, nos muestra el desarrollo de una orientación científica que se origina en el Arte. Sus aspiraciones artísticas, especialmente aquellas relacionadas con la representación de la naturaleza lo fueron acercando progresivamente a la ciencia: el funcionamiento del sentido de la vista, la anatomía, la botánica, la orografía, la hidráulica y al estudio del vuelo de las aves y su aplicación en las máquinas.

Leonardo argumentaba: "El pintor es el dueño de toda clase de personas y de cosas .... de hecho, el pintor tiene primero en su mente y luego en su mano cuanto existe en el universo".

El educador, más que enfocar sus esfuerzos en descubrir genios, antes bien, deberá crear condiciones para que cada alumno redescubra su facultad creativa innata y de orientar el talento individual al área que le es más afín, pero, sobre todo, en la que el alumno muestre especial interés, mostrándole siempre la posibilidad de una futura realización profesional y, más que eso, vocacional, donde lo más importante, no es ser famoso y rico, sino feliz, haciendo lo que más le gusta, pero además, el educador debe extender su influencia hacia los padres del alumno, haciéndoles ver la importancia de su futuro respaldo, en caso de ser necesario.

Escrito en: GALERÍA SEISDIECIOCHO cada, naturaleza, aquellas, posibilidad

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