Nuestra generación 'Z'
Hablar de la denominada generación "Z" en nuestro país representa abarcar al 36 por ciento de la población, ya que se trata de los nacidos después de 1995, un sector que propiamente es el mejor preparado en materia de tecnología, si tomamos en cuenta que llegaron a este mundo ya cuando existían el internet, la telefonía celular y las computadoras, un entorno en el que se han sabido desarrollar y adaptarse a la llamada era digital, por lo que no resulta extraño que dominen muchos de los aparatos que les rodean a tal grado que, según los expertos, podrían estar rebasando a los integrantes de la generación Millennial.
De acuerdo con expertos en el tema, la generación "Z" es ciento por ciento digital y contrasta radicalmente con las generaciones de hace 30 o 40 años pues, por ejemplo, los niños y los "chavos" de hoy ya no se sientan durante horas frente a un televisor para observar un determinado programa o serie, sino que actualmente utilizan los servicios que les proporcionan los adelantos tecnológicos y prefieren escoger sus propios contenidos como los que les pueden ofrecer compañías como Netflix o Amazon, además de que buscan ser más puntuales y para ello exploran y utilizan los servicios de taxi a través de aplicaciones.
Con estas actitudes, se refleja su capacidad de organización y planeación ya que con este tipo de actividades no hacen más que evaluar los servicios que existen en el mercado, y también con este comportamiento buscan apropiarse de los puestos de trabajo, aunque muchos de ellos prefieren no estar sujetos a un horario muy riguroso, así que exploran el mercado laboral, sus ventajas y desventajas, para de esta manera, una vez realizado un minucioso análisis, emprender sus propias iniciativas productivas; no obstante, en ocasiones, se dan cuenta de que no es tan sencillo impulsar en la práctica esos proyectos.
Otra de las características de la generación "Z" es que sus integrantes son niños y jóvenes a quienes les preocupan los problemas relacionados con el planeta, como la deforestación y el calentamiento global, así que muchos de ellos (hasta en un 75 por ciento) tienen una verdadera conciencia social sobre este tema, al grado de que un 26 por ciento de ellos se ha incorporado a labores como voluntarios en alguna causa noble, un sello distintivo de este sector de la población que busca marcar la diferencia no sólo en el futuro inmediato, sino en el tiempo presente que les tocó vivir.
Asimismo, según lo planteado por Santiago García Álvarez, rector de la Universidad Panamericana, campus México, los jóvenes que estudian bachillerato vislumbran el siguiente paso en su preparación académica no como un objetivo de contar con un título de profesionista, sino que su mentalidad va más allá al enfocar sus metas a la ayuda que pueden proporcionar una vez que terminen su carrera universitaria, un aspecto que los diferencia totalmente de las generaciones anteriores, cuyo fin era la mera obtención del documento que los acreditara aptos para determinada especialidad.
Nuestros jóvenes, adolescentes y niños de la referida generación son más críticos, más inquietos, por lo que ya no se conforman con seguir cierta línea que les den no sólo en la escuela, el hogar y los trabajos donde se desenvuelven, sino que en la actualidad les gusta formar parte de las decisiones que se relacionan con su área de influencia y que de alguna manera les pueden afectar, de ahí que son más propositivos y no les da temor cuestionar algunas órdenes de sus superiores o sus padres, quienes no siempre están preparados para responder atinadamente ante una actitud de firmeza y seguridad que sólo busca defender sus intereses y sus convicciones.
Me llama especialmente la atención que muchos especialistas en redes sociales, periodistas, mercadólogos y psicólogos coinciden en que los chavitos, los adolescentes y adultos de hasta 21 años que forman parte de la generación "Z" son considerados como un selecto grupo de la sociedad que puede, en un futuro cercano, cambiar las cosas en muchos aspectos de la vida social, política y económica de este país, por lo que habría que seguirlos muy de cerca, sobre todo, quienes tenemos la fortuna de contar con uno o más de estos chicos que podrían marcar la diferencia, para bien, en el mundo que vivimos actualmente.
Por ello, la recomendación es que no les cortemos la inspiración en algunos de los proyectos que piensen poner en marcha a corto, mediano y largo plazos, pues se afirma que son niños, adolescentes y adultos que saben lo que traen entre manos, para lo que precisan de cierta independencia, aunque no está por demás ofrecerles todo el apoyo que podamos brindarles para que sus planes se conviertan en una cristalina realidad.