La dieta de colores
¿Te imaginas una dieta en la que se pueda comer de todo sin restricciones de ningún grupo alimentario? Bienvenida a un mundo de colores en el que puedes incluir todo de tipo de alimentos y en el que solo debes respetar las raciones que te correspondan.
Esta es la fórmula que ofrece en su libro La dieta de los colores (Grijalbo), Montse Folch, licenciada en Medicina y Cirugía y miembro del equipo facultativo del Centro Médico Teknon de Barcelona.
"Clasificaremos los alimentos en cuatro colores principales: rojo para las proteínas, vegetales y animales; verde para los vegetales; amarillo para el azúcar y los hidratos de carbono y marrón para las grasas. (...) El azul identificará el grupo de líquidos y los condimentos".
Las mujeres siguen una pauta de 3+3+3 (tres alimentos del grupo rojo, tres del amarillo y tres del marrón. La buena noticia, apunta Folch en el libro, es que "el grupo verde es de consumo libre en cantidad y raciones para ambos sexos".
ROJO
Alubias, buey, cerdo, conejo, garbanzos, habas, lentejas, lubina, pavo sin piel, sardina, ternera, yogur desnatado.
VERDE
Acelgas, alcachofas, apio, berro, brécol, calabacín, espinacas, lechuga, rábanos, tomate, puerro.
AMARILLO
Berenjena, ciruela, fresas, higos, judía verde, mandarina, mango, níspero, piña, plátano, zanahoria.
MARRÓN
Aceite de oliva crudo, aceitunas, aguacate, almendras, cacahuetes, mayonesa, nueces, semillas de girasol, etc.
AZUL
Alcaparra, mostaza, orégano, perejil, agua, café descafeinado, té, vinagre, tomillo, etc.
"La idea era que se pudiera comer de todo sin restricciones de ningún grupo alimentario (ni hidratos, ni proteínas, no hay nada prohibido), lo único es que se debe repartir por colores y a partir de ahí hacerlo fácil. Es sencillo porque te lo puedes distribuir cómo quieras. Por ejemplo, 2 rojos al mediodía y entonces te queda otra ración para to mar cuando quieras. Es una manera fácil de comer de todo y equilibrado", anota Folch.
El tema es, según la especialista, intentar ajustar las cantidades de lo que comemos. El problema es que ingerimos excesivas cantidades para el ejercicio que hacemos. Además, "comemos demasiada grasa, sal y azúcar", asegura.