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Dos a cero

24/7/365

Dos a cero

Dos a cero

RICARDO MILLA

Por lo regular llega a la cumbre lo peor. No hay duda que la arrogancia, la ignorancia, la vulgaridad y la estupidez son el signo y la moneda de los tiempos que corren. Y por si existiera alguna, solo hojee este ejemplar que tiene entre sus manos y revise el estado del mundo: las ejecuciones y declaraciones impunes, los nuevos dislates de Trump y compañía, las bombas y las balas, el ruido y la furia.

En política nacional e internacional, en el mundo del arte y en casi todos los ámbitos, los menos indicados para liderar, para mostrar y compartir rumbos estarán ahí, en la cima.

Ayer en una de las cuatro (¡!) series de finales que un año futbolístico nos brinda a los aficionados mexicanos pudimos constatar, a través de la televisión, el grotesco desbalance entre la imagen y el sonido, como ejemplo el último de los cuatro goles, donde una proeza que conjugó intuición pura, esfuerzo al límite, capitalizar el error del contrario, fe en uno mismo, picardía y precisión milimétrica, fue narrado por un par de estúpidos que han hecho de su racismo y clasismo descarado y altanero su "estilo".

Ciertos momentos del partido fueron similares a ver una secuencia de '2001: Una Odisea Espacial' escuchando el himno nacional socialista versión cuatro.

Una vergüenza total esa crónica de una jugada épica, tan memorable como estética, que pretendiéndose chistosa rayó en lo trágico.

Es increíble que mientras más comentarios racistas y clasistas viertan de manera dolosa, más populares se vuelvan esta pareja de idiotas acomplejados y acomplejadores. Pero regresando a la más reciente final, lo del jueves solo constató el aforismo atribuido a don Fernando Marcos, de que "no hay marcador más engañoso que el dos a cero".

Coincidentemente en 1986 los Pet Shop Boys comenzaban su exitosa y enriquecedora carrera dividiendo precisamente al dos entre el cero para crear una obra maestra que les abriría de manera rotunda su primer disco. Contrario al dos a cero con el que nos noquearían los estadounidenses en el Mundial que llevaba dos ceros y dos números dos (2002) celebrado en dos países asiáticos (Corea del Sur y Japón) que nos rompería a muchísimos aficionados al fútil corazón aquel 16 de junio en que salió expulsado Rafa Márquez, mi equipo, los Tigres de la Universidad de Nuevo León, sí remontarían el marcador adverso gracias a la diosa fortuna y sobre todo al jugador francés Andre Pierre Gignac, quien se comenta gana alrededor de quinientos mil pesos diarios (unos veinticinco mil dólares) por perseguir un balón.

En esta ocasión el poste no se le atravesó, como en aquella fatídica (para él y los galos) noche del domingo 10 de julio de 2016 cuando el gol se le negó y los lusos se terminarían llevándose la Eurocopa.

Ese día me gané en un sorteo una camiseta oficial de la selección española firmada por Iniesta, quien marcó el tanto que le daría su primera Copa del Mundo a España en 2010 y ha sido unos de los jugadores con más clase y más títulos en la historia.

El partido de hoy arrancará con una ligera ventaja anímica para los norteños por la remontada pero la localía de las Chivas de Vergara podría neutralizarla. Espero veamos un partido divertido e intenso donde gane, a contracorriente de nuestros días, el mejor y no el peor.

Escrito en: 24/7/365 cero, partido, marcador, cuatro

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