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¿Sobrevivirá el TLC?

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JOSÉ SANTIAGO HEALY

No sabemos en qué terminará la renegociación del Tratado de Libre Comercio ni tampoco si México resultará ganador o perdedor.

Lo único que todo mundo está seguro es que el proceso iniciado esta semana en Washington será complejo y difícil, tal como lo reconoció el secretario de Comercio de México, Ildefonso Guajardo.

A 23 años del pacto comercial podemos asegurar que los tres países --Canadá, Estados Unidos y México-- han obtenido grandes beneficios, especialmente por el súbito crecimiento en el intercambio y la integración comercial.

Ningún otro tratado internacional ha logrado el crecimiento del TLC, sin embargo no todos están contentos y de alguna forma es entendible.

Donald Trump, siendo aspirante a la Presidencia de Norteamérica, combatió con especial dureza al TLC, lo ha llamado "desastre", "pésimo acuerdo" y quién sabe cuantos calificativos negativos más.

Al arribar a la Casa Blanca advirtió una y otra vez que el TLC sería renegociado y que en caso de no convenir a los Estados Unidos, lo cancelaría de manera definitiva.

Aquellas declaraciones a finales de diciembre y principios de 2017 provocaron pánico en los mercados y una severa devaluación del peso mexicano.

Pero otros problemas más graves y prioritarios se le vinieron encima a Trump al tiempo que sus colaboradores suavizaron la perspectiva sobre la negociación de un nuevo pacto comercial.

Lo cierto es que a estas alturas los norteamericanos tienen el sartén por el mango y podrían voltear el éxito del TLC hacia su lado.

México en estas dos décadas se ha beneficiado de un superávit a comercial con Estados Unidos impresionante, el año pasado fueron 64 mil millones de dólares a nuestro favor y podría crecer todavía más en 2017.

Los críticos sostienen que el gobierno yanqui debe entender que buena parte del superávit son ventas provenientes de maquiladoras, plantas automotrices, entre otras más empresas norteamericanas.

Es decir buena parte de los ingresos y las utilidades quedan finalmente en los corporativos del vecino país.

Pero muy a su estilo, Trump quiere quedarse con todo: los guantes, el bat y las pelotas. Acostumbrado a imponer su criterio, el magnate metido a político desea que también los empleos, las inversiones y los beneficios del intercambio comercial queden en su país.

Añora el pasado cuando Estados Unidos creció y se convirtió en primera potencia gracias a sus industrias y a la exportación masiva de sus productos.

Obviamente sabemos que la dinámica de la economía cambió drásticamente y que la globalización ya no depende del nacionalismo y el orgullo patrio sino de las condiciones que ofrece cada region y país a las inversiones.

México deberá tener mucho cuidado en manejar con mucha astucia esta negociación, habrá que ceder en algunos campos con tal de ganar en otros, pero no cerrarse a querer mantener el status actual porque se corre el peligro de un rompimiento definitivo del TLC. Guajardo dijo algo interesante: "se trata de ver hacia el futuro, no hacia el pasado".

A su vez la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, sostuvo que los déficit o superávit no son la medida adecuada para evaluar una relación comercial. Dijo que su país se enfocará en alcanzar un tratado moderno y progresista.

Claramente la delegación norteamericana llega con una visión agresiva del actual tratado, muy probablemente como estrategia para sacar ventaja.

Según el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, el TLC le ha fallado a muchos, muchos norteamericanos, de ahí el interés de realizar "mejoras grandes al TLC".

Para México esta ronda de negociaciones será una magnífica oportunidad para mejorar su posición con Estados Unidos y Canadá en asuntos migratorios y en temas agropecuarios, donde tenemos enormes desventajas, pero no será fácil abordarlos en este clima adverso.

Mientras Estados Unidos se enfocará a reducir el déficit comercial a través de imponer aranceles en tanto Canadá enfocará esfuerzos en temas laborales y del medio ambiente.

Lo cierto es que luego de 23 años de vida el TLC atravesará por su primer gran examen, pronto veremos si logra salir avante y reforzado o por el contrario tendremos que resignarnos a darle sepultura.

 APUNTES EN SERIE...

A querer o no la reforma energética está aportando resultados a México, el pasado miércoles se inauguraron en Sonora tres plantas de energía con un valor de 33 mil millones de pesos: una en Agua Prieta, otra en Puerto Libertad y la tercera en Empalme... ¿Alguien le va a a creer al exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, de que no recibió soborno alguno por parte de la empresa brasileña Odebrecht? Difícil, difícil.

Escrito en: Actitudes Estados, Unidos, comercial, será

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