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Marichuy

Yo río libre

JULIO CÉSAR RAMÍREZ

Antes del accidente que sufriera la camioneta en que viajaban integrantes del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), Congreso Nacional Indígena (CNI) y su vocera Marichuy Patricio Martínez con redes de apoyo sudcalifornianas, la intención ya apuntaba a continuar los trabajos de organización a través del país luego del 19 de febrero, aún y que no se juntara el número de firmas que estableció el Instituto Nacional Electoral (INE) para aparecer en la boleta de candidaturas a la presidencia de la República.

Será el 24 de febrero cuando empiecen a precisar qué sigue, porque esto va para largo, dicen, la propuesta del CIG va más allá del 1 de julio. La decisión del próximo paso podría venir incluso de nueva consulta a los pueblos que nombraron a Marichuy vocera. "Ellos dirán qué sigue".

En la volcadura perdió la vida Eloísa Vega Castro, joven de la Red Sudcaliforniana de Apoyo al CIG, resultando con contusiones Lorena Moreno Gómez, con fracturas Ramona Avilés Aviña y con lesiones leves Diego Fernández Rosada, quien conducía la camioneta en la carretera Transpenínsular, entre San Ignacio y Vizcaíno, norte de Baja California, la tarde del 14 de febrero. Habían salido de La Paz a las cinco de la mañana y tenían reunión programada con la comunidad indígena cochimí.

María de Jesús Patricio, Marichuy, tuvo fractura de brazo y muñeca e inflamación de la cabeza, encontrándose en recuperación luego de una operación en el hospital Salvatierra de La Paz, a dieciocho horas de Tijuana.

Grave con fractura torácica, de pelvis y lesión craneoencefálica reportan al concejal del pueblo cochimí Francisco Grado. La concejala indígena kumiai Lucero Yslava Meza presentó contusiones -dada de alta- lo mismo que Juana Villa Poblano, delegada cochimí del CNI. Carlos González y Óscar Espino, de la coordinación del CIG, tuvieron lesiones leves.

La decisión de continuar -a pesar del accidente que marca el final de la etapa y de no alcanzar la candidatura independiente-, reconfirma que el interés de su movilización no es por votos, poder, riqueza o prebendas, característico del sistema político-electoral, sino el impulso de la organización del pueblo, principalmente del más pobre y olvidado, para enfrentar lo que denominan la tormenta neoliberal.

Sin presupuesto público ni campañas publicitarias, y a raíz de los recorridos por el país, el Concejo Indígena vislumbró nueve temas a profundizar en colectivos en busca de alternativas: tierra y territorio, justicia, autonomía, mujeres, jóvenes y niños, personas con capacidades diferentes, diversidad sexual, trabajo y explotación, migrantes y desplazados.

Mujer, indígena, pobre, así se presenta: "Soy Marichuy y soy vocera, no candidata. ¿La voz de quién? La voz del Concejo Indígena de Gobierno, la voz de los de abajo, de los pueblos inundados por represas, de quienes pierden sus tierras contra las mineras, de los indígenas, los invisibles, la de los pobres, la voz de la lucha que sigue, la de aquellas que no supieron rendirse, la de los guardianes de la Tierra. La voz de las que ya no están, de Marisela, de Campanur, de las mujeres de Juárez, de las que pagan con su vida el tener una voz, la de tantos nombres que trataron de convertir en números: los 43, los 45, los 49, los 72, los 30.000; una voz que se niega al olvido, la voz de un país harto de su injusticia. Quedan pocos días para las firmas, para lo demás nos quedan vidas"

"No es ir a ver a la gente para que vote, sino poner en la mesa a nivel nacional lo que realmente está pasando en las comunidades, lo que el gobierno capitalista no quiere escuchar, pues sólo piensa en el despojo para su enriquecimiento a cambio de la división de las comunidades, la represión, el encarcelamiento y la desaparición".

Expuso en la UNAM: "Hoy más que nunca necesitamos que la educación sea crítica, científica y acorde a la realidad de esta nación multicultural en la que las culturas originarias siempre han sido negadas; lo anterior para que deje de ser el adiestramiento para instruir operadores del despojo, de la producción desmedida, de los justificadores del desastre social, político y ambiental a que nos ha sometido este sistema capitalista, que deje de ser la educación el semillero de la enajenación de los pueblos en nuestras comunidades y en las ciudades. O sea que deje de ser parte de los engranes que hacen funcionar al sistema capitalista".

Así es que, anuncian, continuará caminando esta palabra: Nunca más un México sin nosotros.

@kardenche

Escrito en: Yo río libre Indígena, Marichuy, pueblos, sistema

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