Refundación económica
"Si se entera de un brote de peste en una tierra, no ingrese, pero si la plaga se desata en un lugar mientras está en ella, no salga de ese lugar. Ayudemos a los atrapados allí".
Arif Alvi presidente de Pakistán citando a Mahoma
He leído en alguna red social: "Tenemos 164 días para salvar la Navidad. ¡Pónganse el cubrebocas!". Mientras la guerra con el amigo invisible se sigue perdiendo, de pronto nos damos cuenta de que ya son más de 8 meses desde que se registró el primer brote a nivel mundial, más de 5 en nuestro país, y más de 4 meses que se declaró la pandemia. Sin embargo, aún no hay una posible solución.
En próximos días, México podría superar en muertes ocasionadas por COVID a Reino Unidos, con pronósticos que podría haber 90 mil muertos en el país para octubre, ocupando el número 3 a nivel mundial temporalmente, y a condición de cómo siga avanzando en India y Pakistán. Predominan Ciudad de México, Baja California, Tabasco y Sinaloa, con mayor número de defunciones por cada millón de habitantes.
Mientras la enfermedad avanza, nuestra economía se desgarra, a tal punto que ha tenido la necesidad de reabrir abruptamente. Alicia Bárcenas, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, ha dicho que México será el país con el mayor impacto en términos de pobreza extrema derivado de la crisis sanitaria a causa del COVID-19.
Esta semana el IMEF ha empeorado su pronóstico para la economía de México, con caída del 9.5% para 2020. Tan solo en el segundo trimestre del 2020 la economía caerá un 20%. Este escenario, pinta una probabilidad de 1.86 millones de empleos formales perdidos.
La pandemia incrementa las desigualdades laborales en el país, ya que el 69% de los despedidos por la crisis percibían de uno a dos salarios mínimos. Por lo que la población de escasos recursos es la que ha resentido en mayor medida este impacto, perdiendo al menos un 65% de sus ingresos. En contraste, los trabajadores que ganan más de 10 salarios mínimos solamente han sufrido una afectación del 0.6%.
Asimismo, existirá mayor riesgo de vulnerabilidad social contemplando que el 63% de las personas que perdieron empleo están debajo de los 40 años, 22% entre 25 a 29 y 18% entre 20 a 24, segmentos cuyo ciclo de vida corresponde a familias con dependientes económicos.
Las empresas tampoco han sido apoyadas en la emergencia, ni siquiera para reconvertirse y ayudar en la lucha contra la pandemia fabricando insumos médicos y equipamiento, y casi medio millón de micros y pequeñas empresas han cerrado.
El resultado es un empobrecimiento de la población, de entre 6 a 10 millones de personas. Habrá más de 4 millones de jóvenes que no estudien ni trabajen y más de 12 millones de personas de clase media que caerá en la pobreza. México podría tener alrededor de 90 millones de pobres para fin de año, casi 40 más que los que había en 2018.
Por lo que es palpable que nuestro país no aguantaría cuarentenas continuas. De por si el ciclo de tendencia negativa a la inversión, ocasionado por la incertidumbre de algunas políticas del gobierno federal como cancelación de algunos proyectos de infraestructura, además de subastas petroleras, en su momento la posible cancelación del TLCAN, aversión al riesgo global de los inversionistas clase A y B+, lleva más de un año. Las medidas deberán enfocarse a aprender a vivir con el coronavirus, hasta que haya medicamento.
Posiblemente para el año 2022, el comercio de bienes no duraderos empezará a reactivarse, dado que las actividades de este serán necesarias para que la vida continúe, pero los demás sectores tardarán más años en salir adelante. Se podría avizorar una recuperación en forma de "W" si se da un segundo brote de COVID-19, o si las medidas sanitarias y económicas no obtienen el suficiente alcance. El gobierno actual podría ser un "sexenio perdido", a raíz de que será hasta 2024 cuando la economía alcance los niveles previos a la pandemia.
Las oportunidades existentes, y adicionales al T-MEC, son el efecto de la guerra comercial con China, los crecientes flujos de inversión financiera que tendrán las economías emergentes ante la política monetaria global extrema, un factible gasto de inversión, siempre y cuando se concreten leyes que cambien la desconfianza existente por la certidumbre. Es momento de replantear la política económica para atraer más inversión al país.
El gobierno, en su afán de crear empleos, podría seguir los ejemplos de Pakistán, el cual ha contratado a personas que quedaron desempleadas como parte de su proyecto para plantar más de 10 mil millones de árboles, así como de Nueva Zelanda que ha destinado 1.1 mil millones de dólares de su presupuesto anual para crear casi 11 mil empleos para la recuperación del medio ambiente.
Aunado a esto, recomiendo leer el Decálogo para la Refundación Económica Empresarial en México realizado por mi alma máter, EGADE Business School, que a groso modo refiere reactivar el país mediante un modelo más consciente de hacer empresa; construcción de una sociedad y organizaciones resilientes; situar al ecosistema emprendedor como eje de la recuperación; inversiones inteligentes y alternativas en desarrollo, educación y generación de oportunidades; profundizar en oportunidades de un nuevo esquema de globalización y regionalización del comercio; abrazar la transformación digital y la 4ª. Revolución Industrial; apalancar la recuperación económica en la sostenibilidad y la innovación; impulsar el talento a través de un sistema educativo conectado; potenciar la gobernanza global y el multilateralismo; forjar un liderazgo colaborativo y transparente.
@GamboaSofia