Charales, rica opción para Cuaresma
Los charales son pescados de agua dulce que no alcanzan ni los 10 centímetros de longitud. Los podemos encontrar en agua dulce, en Zirahuén y Pátzcuaro en Michoacán, además de Chapala, Jalisco.
Cuando están frescos se disfrutan en sopas, tostadas y tacos. Fuera de su lugar de origen, se comen secos como botana, con sal y limón, también son buenos en tacos, en guisados caldosos y sopas.
En el caso de Pátzcuaro, la pesca del charal es artesanal, se tiende el chinchorro (red artesanal) un día antes de la pesca, y un poco antes de que salga el sol hacen la recolecta arriba de una canoa. al llegar a la orilla del río, los pescadores entregan las cubetas de charales a las mujeres para que los destripen y los pongan a secar a cielo abierto sobre petates, un proceso que tarda de dos a tres días.
Para la cocinera Rosalba Morales, oriunda de de San Jerónimo Purenchécuaro, comunidad de Quiroga, estos pescaditos plateados son parte importante en su cocina. Ella los prepara tostaditos, a manera de tacos con tortillas recién hechas y salsa molcajeteada, en sopas y como parte de una salsa.
"Para la sopa se necesitan charales bien limpios. En una cazuela con agua, se pone el ajo, la cebolla, el xoconosotle, el jitomate y tomate verde, todo en rodajas y un chile perón. Cuando empiece el hervor se cuentan 10 minutos y se le agrega el cilantro y los charales. Se deja hervir otros 10 minutos a fuego bajo. El chile se muele aparte con un poco de este mismo caldo, se rectifica el sazón con sal al gusto y se acompaña de tortillas y limón o lima agria", explica Rosalba.
Además de atender su restaurante, Rosalba acerca a los pescadores a los restaurantes con la intensión de activar a la economía local, que pese a la pandemia no se detiene. Lucero Soto, chef y propietaria de Lu Cocina en Morelia, michoacán, los aprovecha en tacos acompañados de mermelada de jitomate y serrano, aguacate y vinagreta de cilantro.
NUTRITIVO
Son ricos en calcio, potasio, fósforo, sodio, hierro, magnesio, yodo, niacina y vitaminas C, E, B y A, y necesarias en el desarrollo del sistema nervioso, además contiene proteínas de alto valor biológico, pocas grasas, nada de hidratos de carbono y una gran cantidad de aceites omega 3.
El charal ayuda a reducir los niveles de colesterol y las enfermedades cardíacas, también, por su alto contenido de calcio, ayuda a prevenir la osteoporosis y la anemia.
Por su bajo contenido en grasa es una opción recomendable para las personas que quieren bajar de peso; según el Instituto Mexicano del Seguro Social, una porción de 30 gramos de charales contienen cerca de 40 calorías.
Existen varias formas de comer charales, secos o frescos, en tacos o como botana, pero lo seguro es que este alimento es uno de las más nutritivos. 100 gramos de charales secos contienen 327 calorías.
En mercado
En Ciudad de México y Estado de México es muy común encontrar charales asados en totomoxtle (mextlapique) en los mercados.
Cocina
Suelen cocinarse fritos, secos y empanizados. Uno de los estados donde más se consumen es Jalisco, específicamente en Chapala.