Dieta cetogénica e inflamación
Nuevas investigaciones señalan la eficacia de la Dieta Cetogénica para detener la inflamación cerebral y el dolor crónico.
Un equipo de investigadores identificó una proteína fundamental que vincula la alimentación con los genes inflamatorios, mismos que si son bloqueados, podrían replicar los efectos antiinflamatorios de la Dietas Cetogénica.
Ésta molécula llamada 2-desoxiglucosa o 2DG fue utilizada para bloquear el metabolismo de la glucosa e inducir cetosis, como ocurriría con una dieta cetogénica, el resultado fue una reducción de la inflamación (Swanson, 2018).
Tomando en cuenta que la inflamación sistémica desempeña un papel importante en el dolor crónico, la Dieta Cetogénica, podría ser eficáz en el control del dolor en enfermedades como la osteoartrtis, la artritis reumatoide y otras enfermedades degenerativas. Una alimentación deficiente, el estrés, la exposición a toxinas en el medio ambiente y otros factores externos juegan un papel importante en la aparición de la inflamación crónica, extendiéndose durante años antes de que sea perceptible. Existen razones para creer que una Dieta Cetogénica podría beneficiar varios tipos de dolor, al reducir la inflamación sistémica.
Una Dieta Cetogénica implica reducir drásticamente el consumo de carbohidratos de la dieta y consumir en cantidad normal proteínas y grasas, prefiriendo las grasas saludables. Los beneficios de llevar una Dieta Cetogénica, además de los beneficios antiinflamatoios, incluyen: reducción del apetito, mejor función cognitiva, menor riesgo de padecer cáncer, reducción de peso acelerada, más longevidad y claridad mental.
A medida que envejece, la inflamación y el dolor podrían ser un recordatorio de comer saludable. Implementar una Dieta Ccetogénica y hacer ejercicio con regularidad podría ayudar a aliviar e incluso a prevenir el dolor.