Tom Brady hace felices a fanáticos
El mariscal de campo Tom Brady protagonizó el domingo otro partido histórico al conseguir el pase de "touchdown" 600 y también lo convirtió en un intercambio de recuerdos memorables con dos aficionados como protagonistas de su hazaña deportiva.
Brady tenía un recuerdo que quería que le devolviera un aficionado en las gradas y otro que deseaba regalar a su admirador más grande después de su última actuación.
Ambos admiradores de Brady dejaron el estadio Raymond James, de Tampa (Florida), contentos y felices después de haber tenido protagonismo el día que el mejor mariscal de campo de todos los tiempos lideró la paliza de 38-3 de Tampa Bay Buccaneers sobre los Chicago Bears y se convirtió en el primer jugador en la historia de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL) en lanzar 600 touchdowns.
El receptor abierto Mike Evans tomó el touchdown 600 cuando quedaban seis segundos en el primer cuarto y rápidamente dejó caer el balón para arrodillarse.
Rápidamente lo recogió, pero no se la devolvió a Brady. Se lo dio a un aficionado en los asientos de la zona de anotación, luego lo celebró brevemente con su mariscal de campo antes de que ambos regresaran a la banda de los Buccaneers.
"¡Yo regalé el balón!", le dijo al entrenador de los Buccaneers, Bruce Arians, una mirada de consternación cruzó su rostro mientras se sentaba en la banca del equipo.
Un directivo del equipo recuperó el balón de futbol del aficionado a cambio de otro balón de juego y otros objetos que le dieron tanto Brady como Evans.
El intercambio se cerró con dos camisetas firmadas de los Buccaneers, un casco firmado del equipo, un certificado de regalo por valor de 1000 dólares para comprar en la tienda profesional del equipo.
Además de dos abonos de temporada 2021 y 2022, un bitcoin, actualmente valorado en 62 mil dólares, la camiseta y botas de Evans.
"En realidad, no guardo demasiadas cosas. En esa circunstancia, sentí que podría ser bueno mantenerlo", declaró Brady.
Cuando le dijeron que el fanático devolvió el recuerdo con mucho gusto, explicando que no podía decirle que no a Tom Brady, el mariscal de campo respondió: "Eso es genial. Él recibirá algo lindo a cambio, así que le conseguiremos un casco o un par de camisetas o alguna otra cosa. Entonces, fue realmente genial de su parte hacer eso".
OTRO DETALLE
Con aproximadamente 80 segundos para el final del partido del domingo, Brady se acercó a las gradas y entregó una gorra de los Buccaneers "Crucial Catch", que es parte de la campaña de concienciación sobre el cáncer de la liga en octubre, a Noah Reeb, de 9 años, quien asistió al encuentro con un cartel que decía: "Tom Brady me ayudó a vencer el cáncer de cerebro".
El niño, cuyo padre, James, escribió en Instagram que era el primer partido de la NFL de su hijo, rompió a llorar cuando conoció a Brady y consiguió la gorra.
"Eso fue muy dulce", declaró Brady. "Obviamente un chico duro. Pone mucho en perspectiva de lo que estamos haciendo en el campo. Al final, no significa mucho en comparación con lo que tanta gente se tiene que enfrentar en su vida cotidiana".