Cómo consumir el durazno

El uso de los duraznos es muy versátil. Su sabor puede distinguirse tanto en platos dulces como salados, así como en platillos "agridulces". Debido a su frescura y suavidad, la forma más recomendada de consumirlo es fresco, como un refrigerio o entre comidas.

Su sabor dulce es perfecto para casi cualquier postre, por lo que un buen porcentaje de esta fruta se utiliza en la preparación de almíbar, mermelada o se cristaliza. Si los consumes en cualquiera de esos formatos, debes tener en cuenta que las preparaciones utilizan una alta cantidad de azúcar, por lo que deben ser usados con moderación.

En la cocina salada, el durazno destaca por la consistencia jugosa y firme de su pulpa, que no se deshace fácilmente durante la preparación de platillos. Si la pulpa se corta en gajos o en cubos complementa y da un toque frutal a las ensaladas, por ejemplo, en combinación con lechuga romana, espinacas, aguacate y nueces. Además, es uno de los ingredientes destacados de uno de los platillas más característicos de la gastronomía mexicana: los chiles en nogada, que se rellenan una mezcla de carne molida, pasas, pera, cebolla, piña, canela y, por supuesto, durazno. No es casualidad que la temporada de durazno y la de la preparación de chiles en nogada coincidan.