El Papa Satánico estuvo en Durango
En 1966, Anton Szandor LaVey fundó la primera iglesia de culto público dedicada a Satanás, convirtiéndose en el sacerdote supremo de la secta, ubicada en San Francisco, EUA. Llamó poderosamente la atención en su país, al grado que frecuentemente lo entrevistaban en radio, TV y periódicos; los medios empezaron a llamarlo el Papa Negro o Satánico, y de esa manera saltó a la fama mundial. Como esa nueva religión necesitaba su propio documento fundamental, en 1969 LaVey escribió la Biblia Satánica, donde expone hartas invocaciones y ceremonias fumadas (sí, la leí completita).
En 1974 cuando vivía un momento efervescente de su carrera, Anton LaVey llegó a Durango para participar como "supervisor técnico infernal" (?) en la filmación de "La Lluvia del Diablo". La sociedad durangueña realmente se pasmó con la presencia de ese pelón-fellote-diabólico, y una fuente secreta que no puedo revelar, me compartió que el entonces arzobispo local estuvo en alerta máxima durante la estancia del Papa Satánico en Durango, aunque en realidad no pasó absolutamente nada.
En las entrevistas promocionales que concedió, LaVey dijo que La Lluvia del Diablo sería mucho más aterradora que El Exorcista, y expresó su deseo de visitar la cueva donde Pancho Villa invocaba al maligno, quesque estaba por la Hacienda de Canutillo (!?).
La película fue rodada en el Rancho La Joya (de John Wayne), participaron actores nominados y ganadores del Oscar, así como celebridades de talla mundial: Ernest Borgnine, William Shatner, Eddie Albert, Ida Lupino, Tom Skerrit, Claudio Brook, y John Travolta en su debut actoral usando una máscara chafa que le tapa toda la cara. El director fue Robert Fuest, célebre por haber realizado las películas del Dr. Phibes, que actualmente son de culto. LaVey además de asesor, aparece brevemente en pantalla como organista. Con esos antecedentes inconmensurables ¿Qué podía fallar? Pues lo principal, la historia.
Se trata de unos rancheros-gringos-brujos que andan peleándose por un libro de hechizos, pero se nota que los productores presionaron al director para que se enfocara en presentar escenas de los rituales maléficos-extensos-desabridos, provocando así que la película sea larga y agónica como un fin de quincena. Lo único decente es la fotografía impecable del mexicano Alex Phillips Jr., así como el duelo de actuaciones entre Claudio Brook y Ernest Borgnine.
Concluyo con la siguiente reflexión: El Papa Satánico visitó Durango en 1974, el Papa Juan Pablo II estuvo con nosotros en 1990, ya solamente nos falta que venga el Dalai Lama.