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OPINIÓN

Esto también pasará

Desde otro ángulo

Esto también pasará

ARLENE CONTRERAS 14 sep 2022 - 13:35

Cuenta una leyenda de un famoso rey, un monarca, extraordinariamente millonario y poderoso, que reunió a sus sabios más importantes y les dijo: necesito que, entre todos, lleguen a la conclusión de una frase que me ayude a pasar el momento más difícil de mi vida; que cuando esté pasando el instante más crítico y adverso, en esa frase encuentre la salvación de mi existir. Yo la mantendré en secreto, y sólo la leeré cuando esté en una gran crisis.

Entonces, los sabios se reunieron y llegaron a la conclusión en una frase. El rey al tenerla con él, sin leer, la dobló en tamaño diminuto y la colocó dentro de su anillo.

Y llegó el momento en que los enemigos atacaron el reinado del monarca y redujeron todo su ejército. El rey tuvo que escapar.

En un instante, en un sendero, tenía frente a él un despeñadero. Pensó en quitarse la vida, pues detrás venían sus enemigos para arrancarle su cabeza. Se acordó de la frase. Abrió el anillo, sacó el papel y decía: esto también pasará. Esa frase le ayudó al rey a retomar valor. Se resguardó y pudo escapar de sus enemigos.

Al cabo de 10 años, recuperó el poder. Pasó el tiempo de crisis. Todo el pueblo le aplaudía, decían: que viva el rey, que viva el monarca. Enseguida, uno de los sabios se acercó y le dijo: rey, usted debería volver a leer la frase, ahora.

El rey de inmediato dijo: no, porque esta frase me la escribieron para mi peor momento; no para hoy, que tengo todo el poder y toda la gloria de mi pueblo.

El sabio le insistió: no, señor; también la escribimos para estos momentos de victoria. Por tanto, en medio de una multitud que lo aclamaba, leyó: esto también pasará.

Son innumerables las lecturas en esta leyenda que aplica a la vida diaria del poder.

Tan sólo si el ser humano que está a punto de tomar protesta, en medio de la multitud y los aplausos, tuviera en mente que el poder es efímero y pasajero; que tiene fecha de caducidad y empieza a correr a partir de ese instante, puedo asegurar que su andar, y el de su equipo que le acompaña, sería muy cauteloso.

Que el poder debe tomarse con la máxima de las responsabilidades, no para la búsqueda del beneficio personal o la venganza, pues tarde o temprano todo pasará.

La tarea apremiante de un gobierno es dar respuesta a la decepción, al descontento y desconfianza social, por encima de discursos brillantes, porque la credibilidad descansa en el desempeño social y en los resultados de valor, porque la oportunidad pasa también.

Porque si vives alguna crisis de persecución, en la que estás a punto de caer al despeñadero, como la que atravesó el monarca, al paso de algunos años, con todo lo que ello implicó, te darás cuenta que eso pasó también.

El monarca tiene que rodearse de sabios que, al hablarle al oído, le hagan saber con franqueza los beneficios o repercusiones de las decisiones del poder; es decir, que le recuerden: esto también pasará.

El poder, la persecución, la venganza, la oportunidad y capacidad de transformar las palabras en hechos tangibles tienen su tiempo y su espacio, porque al final, en el juego del poder, todo pasa, y "esto también pasará".

@ArlnContreras

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