Quitar el dolor a través de la radiofrecuencia es la filosofía del Centro de Longevidad Durango, un espacio dedicado a ayudar a personas que padecen de alguna molestia crónica, a través de procedimientos avanzados y con la más alta tecnología, de mínima invasión, con el fin de que puedan continuar con sus funciones diarias y mejorar su calidad de vida.
Ale Ismael González Cázares, algólogo intervencionista dedicado a la medicina del dolor, es la cabeza de este proyecto, quien junto a Eliezer Güereca Rochell, cirujano general con terapia celular avanzada o medicina regenerativa; y la doctora Cecilia Lechuga, con maestría en medicina estética y longevidad, cumplen su objetivo y actualmente devuelven la esperanza de llevar una vida normal no solo a duranguenses, sino a personas de diferentes partes de la República Mexicana e incluso de Estados Unidos.
En entrevista para la Guía Médica, los especialistas en dolor hablaron de su ardua labor en la medicina, así como de los procedimientos que llevan a cabo y que, hasta ahora, han sido todo un éxito. “El proyecto surgió por la necesidad de muchos pacientes de quitar el dolor evitando una cirugía mayor, sobre todo en situaciones de prótesis o desgastes; hay personas que por su salud no pueden estar bajo anestesia general y ahora con el tema de la meningitis, muchos pacientes tienen recelo, entonces nosotros somos su alternativa”, comentó Güereca Rochell.
“Todo aquel paciente que tenga dolor crónico, es decir, un dolor que persiste por más de tres meses, puede venir con nosotros -los especialistas en medicina del dolor- porque buscamos principalmente mejorar la calidad de vida de ellos”, complementó González Cázares.
En Centro de Longevidad es prácticamente posible quitar cualquier tipo de dolor que cumpla con estas características; sin embargo, los más comunes o los que más han atendido hasta ahora son dolores en la columna o desgaste de rodillas y hombros, pero sobre todo, un dolor que es considerado mortal: la neuralgia del trigémino.
“Hemos tenido pacientes que han intentado quitarse la vida por el dolor tan intenso que provoca. Nosotros atendemos este dolor y hemos logrado que pase de un 100 por ciento a un 10 por ciento o nada”, exclamó González Cázares, quien es uno de los pocos médicos a nivel nacional certificado por el Instituto Mundial del Dolor.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?
Tanto Eliezer como Ale Ismael coinciden en que lo primordial en este tratamiento es el diagnóstico, una evaluación certera del padecimiento, ya que es lo que les permitirá saber qué hacer, todo con la tecnología más avanzada, de mínima invasión y terapia célular.
“De esto parte para poder decidir qué aplicaciones o procedimientos tenemos que hacer, pero lo que realmente buscamos es complementar el tratamiento que ya llevaron sin éxito, hemos recibido pacientes que fueron a cirugía pero su dolor continúa, nosotros somos también una opción para esos casos, así como lo es en casos preventivos, para evitar que un dolor se vuelva crónico”, señalaron.
Según sea el caso, las opciones de tratamiento que este centro ofrecen pueden caer en manos de lo que se conoce como rizolisis, una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, con origen en las articulaciones facetarias de la columna cervical, dorsal y lumbar.
El procedimiento aplica la radiofrecuencia para destruir aquellas terminaciones nerviosas que transmiten el dolor. “Prácticamente se queman los nervios pero la parte sensitiva, no los motores, que permiten hacer las funciones normales”, explicó Cázares.
Una de las características principales es que es completamente ambulatorio, es decir “el paciente llega por la mañana y sale por la tarde por su propio pie”, añadió Güereca. A la par de ello, existen procedimientos que pueden llevarse en el propio consultorio, a través de ultrasonido o lo que se conoce como medicina regenerativa, donde entra en juego la labor de Cecilia Lechuga.
“Es un plus en el que metemos a nuestros pacientes con esta medicina regenerativa, para que las articulaciones no solo no duelan, sino que estén en un mejor estado. Dependiendo del desgaste, proponemos usar ácido hialurónico o células madre”, indicaron Lechuga y Güereca.

Al estar enfocada no solo en la longevidad sino en la estética, la doctora Cecilia Lechuga ofrece tratamientos de vanguardia y calidad, para atender las necesidades de sus pacientes. “Los procedimientos van en beneficio de mejorar lo que es la apariencia, a verse estéticamente mejor pero ningún procedimiento es quirúrgico o invasivo, son sencillos”, exclamó.
Según sea el caso, Lechuga es la indicada para aplicar toxina botulínica o micropulsiones para la estimulación de colágeno. La mezcla de todos estos factores, de las capacidades de estos tres especialistas, es lo que da forma al Centro de Longevidad, el único lugar en Durango que ofrece este tipo de tratamientos, por lo que la invitación a acudir, ya sea por un dolor persistente o como algo preventivo está hecha.
“No existe en Durango ninguna otra opción, somos los únicos certificados, así que todo aquel paciente que tenga dolor crónico puede venir. Como dice Güereca, nosotros quitamos cualquier tipo de dolor, menos el del corazón”, concluyó Cázares.
