Dale un respiro a tus pulmones
El cáncer de pulmón no es el más frecuente, pero su tumor está considerado el más letal en México, de acuerdo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Como toda enfermedad, tiene factores de riesgo que no se pueden modificar, pero otros que están estrechamente relacionados al estilo de vida, por lo que tener hábitos más sanos reduce la posibilidad de desarrollarlo.
El tabaquismo
El consumo de tabaco está no sólo relacionado al cáncer de pulmón, sino que es un factor de riesgo de muchos otros cánceres. Desde la Clínica de Tumores Torácicos del Instituto Nacional de Cancerología, el oncólogo Omar Macedo considera que aproximadamente un 30 por ciento de los cánceres está relacionado al tabaquismo.
Sin embargo, con el cáncer de pulmón esta cifra aumenta, ya que 71 por ciento de los casos está derivado del hábito de consumir cigarros de manera recurrente. Entre mayor sea la cantidad de cajetillas que se consuman, y más prolongada a través de los años sea este hábito, mayores las posibilidades de desarrollar la enfermedad.
A pesar de las creencias, los puros y las pipas tienen la misma posibilidad de causar cáncer de pulmón que los cigarros. Aquellos que anuncian tener bajo contenido de alquitrán no cuentan con estudios que reduzcan el riesgo de padecerlo, y los que tienen mentol pueden aumentar aún más el riesgo debido a que permiten que los fumadores inhalen de manera más profunda.
Cáncer de pulmón sin fumar, ¿es posible?
En comparación con las personas fumadoras, aquellos que no tienen el hábito de consumir cigarros pueden llegar a desarrollar cáncer de pulmón, pero en mucho menos probabilidad de ocurrir.
De acuerdo a la American Cancer Society, entre los factores que pueden desencadenar esta enfermedad está la exposición al radón, estar de manera continuada con una persona fumadora, puesto que se ingerirá humo de “segunda mano”. Se considera que, después del propio tabaquismo, estar en contacto continuo con personas fumadoras es de las causas más frecuentes para que el cáncer aparezca en los pulmones.
Los trabajos que exijan estar en convivencia continua, sin el equipamiento adecuado, con sustancias o materiales carcinógenos como el asbesto o amianto, la combustión del diésel u otros químicos, también tienen la posibilidad de desarrollar este padecimiento, sin la necesidad de que sean fumadores.
También, como en otros tipos de cánceres, existen posibilidades mínimas de que los jóvenes sin ningún factor de riesgo lo desarrollen debido a un cambio genético que puede estar ya desde el nacimiento. De la misma manera, el sedentarismo y la obesidad son factores para desarrollar enfermedades, por lo que el cambio de hábitos sigue siendo esencial para evitarlas.
Síntomas
La tos persistente, que puede empeorar o causar la expulsión de sangre, el dolor de pecho, la dificultad para respirar, producir sonidos al respirar o la falta repentina de apetito o de peso sin razón aparente, son señales de que algo no se encuentra bien con el organismo. Al presentar alguno de estos, lo recomendable es asistir con el especialista en oncología, a fin de que haga una valoración y, en caso de encontrar algo, proponer un tratamiento adecuado a las necesidades del paciente.