Mamey: deliciosa, fresca y nutritiva
En esta época de calor, consumir frutas tropicales frescas como el mamey es una excelente forma de nutrirse apropiadamente, señalan académicas(os) del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
Las estadísticas ubican a México como el principal productor de mamey en el mundo. Yucatán, Chiapas, Guerrero y Tabasco concentran más del 78% de la producción nacional. El mamey es una fruta nativa de México y Centroamérica y se distribuye, principalmente, en Belice, Guatemala, Salvador, Honduras y Nicaragua, además de nuestro país.
El mamey pertenece a la familia Sapotaceae. Se caracteriza por su forma ovoide, con cáscara delgada que posee una textura áspera y quebradiza de color café claro con tonalidades rosas, pulpa de color rojo-naranja y un sabor dulce que lo hace un manjar muy apetecible.
El setenta por ciento del mamey se compone de agua, por lo que es un alimento que complementa nuestras necesidades de hidratación. Además, proporciona calcio, hierro y fibra; es rico en proteína, sodio, potasio y carbohidratos, que le proporcionan dulzura, así como altos niveles de vitamina A y vitamina C, lo que es un factor importante para mantener un balance de nutrientes en nuestra dieta.
El color de la pulpa se atribuye a su alto contenido de carotenoides, como luteína, ß-caroteno y un carotenoide único llamado sapotexantina; a estos compuestos se les adjudican propiedades benéficas para el mantenimiento de la piel, efectos en la prevención de la artritis y las enfermedades mentales relacionadas con el envejecimiento.