Melania Díaz, la artista que creó la escultura 'Yacatecuhtli' de la FECA

Melania Díaz tenía 18 años cuando hizo “Yacatecuhtli”, la famosa escultura que han visto miles de alumnos en la entrada a la Facultad de Economía, Contaduría y Administración (FECA), lugar en el que se instaló en el año de 1991 y que hoy en días es una pieza icónica, pero de la que en realidad muy pocos estudiantes conocen su origen e incluso, el artista responsable.

Ahora, 32 años después de ser montada e inaugurada, esta obra de la artista plástica nacida en Durango tiene su propia placa con la intención precisamente de reconocer su trabajo, esto como parte de las actividades del 65 Aniversario de la FECA.

“Estoy muy contenta de que esto se haya hecho, han pasado muchos años”, recordó la artista radicada en Ciudad de México, quien volvió a su Tierra después de 12 años para la develación de la placa con la información de la obra.

CREANDO AL “DIOS ANCIANO”

Melania recordó aquel día que realizó esta escultura monumental, que retrata a quien se le conoce como “Dios anciano” en la mitología mexica, patrón del intercambio y viajes comerciales, que se distingue por su nariz prominente y que servía de guía a los viajeros.

“Inicialmente, fue como un proyecto, pero por iniciativa del exdirector de la FECA, Víctor Lerma, que acudió a la EPEA (Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías de UJED), cuando yo estaba como en cuarto semestre de la carrera de Artes Plásticas, se hizo un concurso y mi obra fue seleccionada y terminé haciendo esta escultura”, explicó Díaz.

Pese a sus dimensiones y lo elaborada que se ve, el recuerdo de Melanie de aquella vez que la realizó no es como algo complicado o difícil de lograr, pese a que, por día, trabajaba en ella más de 10 horas. “Mirar atrás y ver lo que hice (...) yo misma me sorprendo, tenía 18 años, pero la verdad es que cuando sabes quién eres simplemente lo haces. Yo recuerdo que no fue algo complejo o algo que me costara trabajo, solo hice lo mejor que pude hacer”.

REENCUENTRO CON “YACATECUHTLI”

Aunado a ello, Melania recordó que este encuentro con “Yacatecuhtli” sirvió como parteaguas en su carrera, que hasta ese momento solo se había enfocado, en su mayoría, a la pintura. “Esto dio un giro en mi vida porque cambió mi pensar como artista plástico, ya había caminado mucho como pintora y ví que tenía mucho qué hacer como escultora”, señaló.

Dicho en tercera persona, la artista habló de lo que sucedió después de esto y cómo la condujo a lo que es ahora, pues en la actualidad continúa más inclinada en lo pictórico. “Melania está muy metida en el arte abstracto ahorita, pero quizá un día me llegue un arrebato y vuelva a la escultura porque yo soy muy entregada a mis obras, cada una de mis piezas es Melania Díaz, y ‘Yacatecuhtli’ ha tocado mi vida y ha trascendido en mi historia”.

En ese mismo sentido, su reencuentro en su visita a Durango con “Yacatecuhtli” le despierta distintas sensaciones. “Reencontrarme con ‘Yacatecuhtli’ y pensar en Melania Díaz tiene mucho que ver con lo que ha pasado en mi vida, yo soy una vagabunda y he hecho muchas cosas que significan lo que es ‘Yacatecuhtli’; Melania Díaz sabe lo que quiere y sabe que debe dejar un legado”, externó.

En próximos días, siguiendo los reencuentros, también espera recorrer nuevamente la EPEA, su escuela. “No he podido ir, pero muero por ver a mis compañeros, tengo muchas ganas de verlos porque la comunidad de pintores somos como una familia, aunque todos pensemos distinto y tengamos expresiones diferentes, somos una comunidad y yo aprecio y respeto a todos los artistas de Durango, cada quien tiene su propia historia y camino, y yo siempre he dicho que hay que ser uno mismo y eso es lo que me gusta de cada artista de aquí, cuando logras eso tienes los aplausos”, concluyó.