¿Por qué unas personas sienten más dolor que otras?
El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable que se asocia a un daño en algún tejido, actual o potencial, según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP). La prevalencia del dolor crónico se percibe como una pérdida de la calidad de vida.
Desde el 2004, cada 17 de octubre se celebra el día mundial del dolor el cual es promovido por la IASP y la Organización Mundial de la Salud (OMS). El objetivo es concientizar sobre el dolor crónico como la mayor amenaza para la calidad de vida, ya que afecta alrededor del 27 por ciento de la población mundial.
El dolor crónico se refiere al que es duradero y persiste más de tres meses. Algunas enfermedades están más relacionadas con la presencia de dolor, como dolor lumbar, cáncer, neuropatías, artritis, fibromialgia y fracturas.
Obstáculo
En México, el dolor es frecuente en la población de adultos mayores. El 41.5 por ciento de los adultos mayores de 50 años reportó sufrir dolor de acuerdo con el Estudio Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México. Entre otros hallazgos del estudio, se encontró que es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
El Instituto Nacional de Salud Pública señala que el dolor crónico tiene consecuencias que afectan la vida cotidiana de las personas, ya que no son capaces de hacer ejercicio, dormir normalmente, ni participar en actividades sociales.
Sumado a lo anterior, el manejo inadecuado repercute de manera física, socioeconómica y afectivamente. El dolor crónico es la principal causa de ausentismo laboral y discapacidad, lo que lo convierte en un problema de salud pública.
¿Por qué parece que unas personas sienten más dolor que otras?
El Instituto Nacional de Salud Pública precisa que la tolerancia al dolor es muy variable. Algunas personas toleran dolor moderado o severo sin el uso de medicamentos y puede ser agudo o crónico.
Esto se debe al umbral del dolor, que corresponde al nivel en el que se reconoce el 50 por ciento de los estímulos, es decir, la intensidad mínima a partir de la cual un estímulo se considera doloroso, esto de acuerdo con Dialnet.
Si una persona tiene el umbral del dolor alto, será capaz de soportar más dolor. Lo anterior depende de varios factores. IVIS MED señala que "numerosos estudios han demostrado que la tolerancia al dolor tiene un poderoso componente psicológico".
Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences afirma que las mujeres tienen el umbral del dolor más bajo que los hombres pero reaccionan mejor a los analgésicos. IVIS MED refiere que "se debe a la proteína llamada GIRK2, presente en el organismo masculino y que transmite el dolor con menor intensidad que en las mujeres".
Además, con el paso de los años, el umbral del dolor disminuye. Por esta razón, las personas mayores tienen una tolerancia menor al dolor que las personas jóvenes.
¿Cómo se mide el dolor?
Existe una forma sencilla de medir el dolor, se trata de la escala visual analógica o EVA. Consiste en una línea recta en la que el extremo izquierdo corresponde a la ausencia del dolor y el otro al máximo dolor imaginable. El paciente marca un punto en la línea que coincide con la cantidad del dolor que siente, de esta manera se da pie a la elección de la dosis correcta de un analgésico.
Asimismo, pueden utilizarse mapas del dolor que asemejan a una figura humana. El paciente da a conocer el punto o zona donde siente el dolor en el mapa para que el médico brinde un tratamiento adecuado.
El cuestionario de dolor de McGill es otra forma de medir el dolor. A través de éste, se miden varias dimensiones de forma simultánea, las sensitivas, emocionales y de intensidad del dolor.
Otro instrumento de medición es el cuestionario WOMAC, el cual fue desarrollado por las Universidades canadienses de McMaster y de Ontario. Se conoce el nivel de dolor mediante la contestación de 24 ítems de respuesta múltiple. La suma del valor numérico de cada respuesta dará un total de cada dimensión individualmente.