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Bella Dueñas se volvió tendencia en redes sociales por un gesto que realizó al finalizar un en vivo en su cuenta de TikTok. La influencer se despedía de sus fans cuando de pronto mostró su mano para hacer la "señal de violencia".
El hecho no pasó desapercibido entre sus seguidores, a quienes dejó consternados por esta y otras acciones. Por ejemplo, una usuaria de X destacó el cambio drástico en el contenido de la tiktoker, quien comenzó dando tips de belleza y en sus recientes clips se muestra "poseída".
De manera súbita, Bella Dueñas finalizó el video en vivo e internautas comenzaron a preguntarse si sería víctima de violencia.
Bella Dueñas es una creadora de contenido en Instagram, TikTok y YouTube. En su canal relató que estudió la carrera de odontología, pero al tratar de ejercer se percató que no llenaba sus expectativas.
En redes sociales encontró una vía para expresar sus intereses: la belleza. Así se convirtió en consejera sobre maquillaje, tips para el cuidado del cabello y también sobre su estilo de vida enfocado en el deporte, pues desde pequeña practicó Taekwondo.
La youtuber es aficionada de hacer cosplay y caracterizarse como personajes de películas. Entre sus vídeos más vistos destacan aquellos donde se viste como Valiente o Rapunzel por su larga y pelirroja cabellera.
Bella Dueñas, originaria de Monterrey, transformó su contenido por completo, pues ahora se dedica a documentar cosas paranormales que "suceden en su casa". Razón por la que ha sido criticada, pues hay quienes especulan que podría tratarse de una estrategia para ganar vistas.
La "señal de ayuda" se realiza con la palma de la mano: el pulgar se coloca hacia dentro y se bajan los cuatro dedos dejando el puño cerrado. Este gesto fue creado durante la época de pandemia por COVID como una medida de protección para mujeres que sufrían violencia doméstica.
Dicha señal la propuso la Fundación de Mujeres Canadienses y se adoptó su uso a nivel internacional gracias a Women's Funding Network. Esta herramienta es una manera de pedir ayuda cuando las víctimas no pueden expresar abiertamente la situación que viven por miedo a represalias.