¿Con quién se entendería mejor Claudia?, ¿Con Trump o Kamala?
Ninguna de las cientos de miles de balas que se disparan en México, a diario, desde hace años, preocupó tanto a la clase política como la que hirió la semana pasada al hoy candidato presidencial republicano, Donald Trump, en su mitin en Pensilvania.
Los días después del atentado, ya confirmado por el FBI, han sido demasiado buenos para el expresidente de Estados Unidos, quien creció en preferencias electorales, en simpatizantes que se sumaron a su campaña y hasta en desestimaciones legales por delitos que se le acusaban en Florida.
Su gran semana (como si sobrevivir a un atentado no fuera lo mejor) se coronó con el anunció de la retirada del actual presidente Jon Biden a la intención de ser candidato a reelegirse por el Partido Demócrata, situación que Trump aprovechó para asegurar que su triunfo sería mucho más sencillo y de paso lo calificó como el peor presidente en la historia de Estados Unidos.
Trump no ha perdido el tiempo tras el atentado, sabiendo que los reflectores mundiales están centrados en su campaña y sus ataques verbales, que por cierto también han hecho eco en México, ya que aprovechó para criticar las inversiones chinas en nuestro país y de paso jactarse de cómo logró doblar a Marcelo Ebrard con el tema fronterizo.
Donald Trump fue contundente al criticar que México está permitiendo la entrada de inversión china en el sector automotriz, ya que amenaza los trabajos de sus contrapartes en EUA. Es decir, que su discurso anti México es una llamada de atención no sólo en el tema migratorio y de violencia, sino también a la clase empresarial.
Trump se ha mostrado abiertamente en contra de que China está utilizando a México como una especie de puerta trasera de acceso al mercado estadounidense, precisamente en una etapa en la que varios estados del país (entre ellos Durango) están buscando abiertamente inversiones chinas que puedan generar una derrama económica considerable.
Si bien es cierto que estados como Durango no se ha enfocado solamente en el sector automotriz, la amenaza del expresidente de EUA de incrementar aranceles y bloquear exportaciones que no favorezcan a los trabajadores de su país, han sido recibidos con preocupación en la clase política mexicana que sabe que, de cumplirse, provocarían pérdidas millonarias en diversos sectores, como ocurrió hace unas semanas con el aguacate y mango en el sur de México.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, mostró cordura al descartar hacer alguna declaración dirigida al equipo de Donald Trump tras dichas declaraciones pues prefiere esperar a que pasen las elecciones en Estados Unidos. Sin embargo, el tema debe tenerlos ocupados y preocupados analizando los posibles escenarios a futuro.
Hoy, la vicepresidenta Kamala Harris podría anunciar -en su primera aparición pública desde que Biden dio un paso de costado y la respaldó para sucederlo en la Presidencia- sus intenciones formales de buscar la candidatura del partido demócrata. Lo cual, en teoría, podría ser lo más conveniente para el nuevo Gobierno Federal en México.
La actual vicepresidenta de EUA y la mandataria electa de México ya han tenido conversaciones en los últimos meses para hablar sobre temas de migración, narcotráfico, comercio y cambio climático. Incluso Harris felicitó a Sheinbaum tras su victoria electoral, destacando la sólida amistad que han entre ambos países.
Ambas destacaron en sus conversaciones que compartían la responsabilidad y entusiasmo de ser las "primeras mujeres electas en sus cargos", por lo que podrían tener un mejor entendimiento a futuro en temas que preocupan a ambos países.
Será cuestión de esperar qué sucede en los próximos días en el ambiente político del vecino país, pero lo que es un hecho es que las opciones que podría tener la futura Presidenta de México parecen ser diametralmente opuestos, ya que con Trump se avizora un camino lleno de polémicas y lucha de fuerzas, mientras que con Kamala podría haber más alternativas de entendimiento en todos los sentidos... ¿o usted qué opina?
X: @jperezarellano