Consumir betabel ayuda a mejorar la circulación en las piernas

 A la hora de buscar opciones nutritivas para realizar las comidas diarias, hay un elemento que siempre debe estar presente. Este es el betabel, ya que posee numerosas propiedades para la salud del cuerpo.

El betabel se puede comer crudo sin ningún inconveniente, lo importante aquí es desinfectarlo de manera adecuada para que se aproveche mediante distintas preparaciones, por ejemplo, en un jugo.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, el betabel es fuente de betacarotenos, antioxidantes y fibra, además de vitamina C y minerales como potasio y magnesio.

Los anteriores nutrientes permiten elegir al betabel como un aliado para mejorar la circulación de sangre en las piernas. Este tipo de problema a menudo ocurre por una alimentación elevada en grasas saturadas, colesterol alto y sobrepeso.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural sostiene que el betabel posee un sabor muy dulce y también se aprovecha para la obtención de azúcar o colorantes. Mientras que en la salud, tomarlo en jugo tiene los siguientes beneficios:

Reduce la presión arterial

Impulsa la estamina o fortaleza física

Combate la inflamación por su contenido de betaína, nutriente que protege las células, proteínas y enzimas del estrés ambiental

Contribuye a la desintoxicación y purificación de la sangre y el hígado

En cuanto a la circulación en piernas, el betabel relaja y dilata los vasos sanguíneos, transportando más fácil el flujo de sangre a todo el cuerpo. Y es que la falta de circulación puede producir várices y un color pálido sobre el área.

Para obtener dichos beneficios del betabel, expertos aconsejan consumirlo en su estado natural, es decir, fresco. Los jugos son concentrados de nutrientes y al ingerirlos se puede estar seguro de que las propiedades de los alimentos surtirán efecto.

Para mejorar la circulación será necesario preparar jugo de betabel con un toque de limón. Lo ideal es beberlo durante el desayuno, ya que incrementa la energía del cuerpo y, en consecuencia, el rendimiento en las actividades diarias.